Desarrollo de la Antártica

EL DESARROLLO DE I_~ ANTÁRTlCA se han encontrado abundantes cristales de cuarzo, los cuales, en algunos casos, alcanzan 2i5i cm de largo. Gráfito. Se han encontrado en rocas pegmáticas y sus cristales al· canzan un diámetro hasta de :2 cm, según ha sido descrito por geólo– tras soviéticos. Fosfatos. Su existencia se ha detectado en las Montañas de Pensacola, donde areniscas del Paleozoico medio contíenen lentes irregulares de apatita (Wright y Williams, 197'4). Calizas y Mármol Blanco. Numerosos afloramientos de calizas de edades mesozoicas, existen en diferentes puntos de la lPenínsula An– tártica, algunos de los cuales podrían constituir importantes yacimien– tos. Calizas marmorizadas y mármol blanco puro, grueso, ha sido descrito por Fleet (1965) en la región septentrional de la Península Antártica, cerca del glaciar Hektoria. RECURSOS ENERGÉTICOS Dentro de este grupo se consideran fundamentalmente los combusti– bles fósiles, como son yacimientos oe hidrocarbur:o y gas que existirían principalmente en la plataforma continental, costa afuera; los depó– sitos de carbón asociados con los sedimentlos continentales pérmicos; la energía geotérmica, cuyos campos más factibles se presentan a lo largo de la Antártica Occidental, asociada a los centros volcánicos activos y, en general, a las áreas volcánicas plio-pleistócenas. Se con– sideran dentro de este grupo los minerales de uranio, pero sor– prendentemente las IOcurrencias de uranio se encuentran casi ausente en la literatura, sólo se !ha señalado la existencia de euxenita como mineral accesorio en !pegmatitas precámbricas en el área de Lutzow– Holm (Saito y Sato, 1964), tamhién se ha informado de una posi– ble existencia de minerales radiactivos en la Tierra de Adelie. Carbón. La existencia de depósitos de carbón fue, quizás, uno de los primeros recursos minerales detectados en la Antártica, a comien– zos de siglo, por los primeros exploradores polares. La mayoría de los afloramientos carboníferos se encuentran a lo largo de las Mon– tañas Transantárticas y en numerosos puntos de la Costa Orien– tal, asociados a las series sedimentarias pérmicas. Estos depósitos de carbón parecen haberse formado en pantanos poco profundos en l~.anuras arenosas. Así, el carbón se encuentra alternado con las are– niscas pérmicas que alcanzan espesores superiores a los 500 metros, mientras que las capas de carbón varían desde aligunos centímetros hasta 5 metros de potencia, son lenticulares y nunca alcanzan ex- 24°

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