Desarrollo de la Antártica

Osear González F. I EL OONTINENTE ANTÁRTICO sus RECURSOS ••• pañas oceanográficas y glaciológicas-geofísicas transcontinentales. En suma, son producto de los últimos 20 años de investigación realiza– dos por científicos de los paises miembros del SCAR y de lo cual exis– te una extensa Bibliografía Antártica, puhlicada por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, con el patrocinio de la Fun« dación Nacional de las Ciencias de \Vashington. Como objetivo final de este trabajo se presenta como un telón de fondo para que se tengan presente durante los debates tanto del área científica y de defensa y conservación del medio ambiente co– mo también de los aspectos jurídico políticos que se expongan a lo largo de este Symposium. EL CONTINENTE ANTÁRTICO - UN FRAGMlENTO DE LA TIERRA DE GoNDWANA Desde que Suess (1906), planteara la existencia de un Superconti– nente compuesto de rocas precámbricas y paleozoicas, y más tarde Wegener (1912), postulara la "deriva continental", el Continente Antártico, pasó a ser la pieza central clave de todas las reconstruc– ciones propuestas para la Tierra de Gondwana, y en la década de 1920 es cuando adquieren un notable incremento las hipótesis so– bre la reconstrucción de Gondwana. La Antártica sobresale aun más como un continente inexplorado, siendo la gran incógnita tectóni– ca-geológica en dichas reconstrucciones. Así, en 1937 el famoso geó– logo sudafricano Alexander Du Toit, publica su libro "OUR WANDE– RING OONTlNENTS"~ que debería ser considerado entre los trabajos más brillantes escritos en el campo de las ciencias geológicas. En es– ta magnífica ohra Du Toit establece en detalle cuatro evidencias geológicas que respaldan la Deriva Continental y apoyan la exis– tencia de la Tierra de Gondwana, y al referirse a la Antártica se– ñala: "The role of the Antarctic is a vital one. As will be observed the shield of East Antarctic constitutes the "keypiece" -shaped surpris– illgly like Australia, on1y larger- aDound which, with wonderful co· rrespondences in outline, the remaining "puzzle-pieces" of Gond– wanaland can with remarkable precision be fitted". Sin embargo, aún en la década del 40. las escuelas científicas es– tán divididas y son muchos los que dudan respecto al Continente único y la Deriva Continental. la Antártica sigue siendo la incógni– ta. El resolver este problema fue uno de los objetivos básicos de Jas decenas de geólogos y geofísicos que en un esfuerzo común du– rante el Año Geofísico Internacional (1957-1958), abordaron el Con-

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