Desarrollo de la Antártica
INTRODUCCIÓN ~l Continente Antártico, con una superficie de 13,5 millones de ki– lómetros cuadrados, es el más alto, inhóspito y aislado de la Tierra, y está cubierto en alrededor de un 95% por una gruesa capa de hielo que en algunos puntos sobrepasa los 3.000 metros de espesor. Es interesante destacar que este 5 % de la superficie libre de hielo del Continente representa un porcentaje mínimo de acceso directo al geólogo para investigar su estructura, tipos de rocas, mineralización, etc., e interpretar su historia geológica. Estas áreas se encuentran principalmente en la periferia costera del Continente; en las Monta– ñas Transantárticas, Cordillera del Ellswolth; Península Antártica; Tierra Victoria e islas adyacentes y su superficie total aproximada es de unos setecientos mil kilómetros cuadrados. lEn su análisis des– de el punto de vista de su evolución geológica y como fuente po– tencial de recursos, el Continente Antártico no puede ser conside– rado solamente como un Continente más, rodeado por océanos, s:no que, fundamentalmente debe ser considerado íntimamente ligado a su estructura del fondo oceánico, como una pieza clave de la Tectóni– ca global de placas, que permiten comprender y explicar muabos de los procesos geodinámicos de la corteza superior de la Tierra. Así se pueden señalar algunas grandes unidades morfológicas del fondo oceánico que rodea a la Antártica, tales como el shelf continental, que alcanza su mayor desarrollo en la región de los mares de Ross, Bellingshausen y Weddell; el talud continental; el rise continental y las cuencas oceánicas profundas. Todo el casquete polar de la Tierra, tanto continental como oceá– nico, es considerado como una fuente potencial de importantes recur– sos minerales y energéticos para el futuro de la humanidad. Tema que durante los últimos años ha sido el punto prioritario de discu– g1.ón en las Agendas de las IReuniones Antárticas Internacionales, ya sean éstas del Tratado o del SCAR. ¡Planteándose en forma acelerada la necesidad de que los organismos pertinentes y los países miem– bros del Tratado se pronuncien y definan su posición frente a la "exploración y explotación de los recursos minerales" y el efecto que causaría tal actividad en el medio ambiente antártico. :Este trabajo 0010 intenta presentar en forma muy resumida una especie de radiografía del marco geológico-tectónico, tanto conti– nental como oceánico, que controla las provincias metalogénicas. 'Esta información es el producto ele ¡numerosas, arriesgadas y fatigo– sas campañas de terreno y de no menos largas y apasionantes horas de investigación en laboratorios, como también de numerosas cam-
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