Desarrollo de la Antártica
EL DESARROLLO DE LA ANTÁRTICA luar las variaciones en el númer.) de animales por especie y por zonas. Estas actividades deberán realizarse, especialmente, antes y después de la explotación de cualquier especie. Sobre este asunto, pensamos que la labor debería ser extensiva a todas las especies, tal como lo hemos realizado en las Shetland del Sur y Península Antártica. Otra actividad importante sería realizar estudios sobre la base de un amplio programa de marcaje de animales, lo que permitiría obtener información sobre la estructura de la población, migra– ciones, biología de la reproducción, mo,rtalidad, etc. Por razones ambientales y logísticas, este tipo de trabajos es de díficil realiza– ción en la Antártica. 8in embargo', se podrían efectuar estudios loca– les, como, por ejemplo, en las zonas o lugares ele reproducción de lobos finos o de elefantes marinos, en algunas de las islas Shetland del Sur O de otras zonas. Importante sería considerar en programas de marcaje, las pequeñas poblaciones de elefantes marinos en el cono' sur de Sudamérica, especialmente en la Zona de los Canales Magallánicos (Torres, 1917:6) para conocer posibles migraciones de ésta y de otras especies. El registro completo de las recomendaciones sobre investigación, emanadas de la Consulta Científica, serán publicadas por FAO y enviadas a los dife.rentes gobiernos para su conocimiento. II. CETACEOS Corresponde, en seguida, entregar una breve visión de la explota– ción de los cetáceos, considerando las etapas mencionadas para los pinípedos. a. Explotación pasada El conocimiento sobre las primeras actividades balleneras realizadas en el mundo se le atribuyen a los vascos en el siglo XII, quienes se aventuraban a la caza de ballenas en pequeños botes, usando ar– pones manuales. Esta actividad, con el transcurso del tiempo, fue generalizándose hasta constituir um. floreciente industria. Desde el siglo XVII al siglo XVIII los balleneros se dedicaron a cazar cetáceos de desplazamiento lento, como las ballenas francas (Eubalaena) y ballenas jorobadas (Megaptera) , ya que sus embarcaciones no les permitían perseguir otros cetáceos más rápidos que aquéllos. La cacería de estos cetáceos se hizo Lm intensa, hasta que llegó el mo– mento en que las capturas comenzaron a disminuir notablemente, hecho que motivó a los cazadores a dirigirse desde las aguas del
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=