Desarrollo de la Antártica
José Valencia I EsTADO AGrUAL y POTENCIAL PE UnLlZACIÓN ••• cimiento prolongado y, consecuentemente, alcanzan la madurez se– xual tardíamente. Estas características pueden representar un riesgo en un eventual desarrollo de pesquerías en el futuro. Sin embargo, planes de manejo adecuados podrían prevenir un agotamiento pre– maturo de los stocks y la ruptura del equilibrio en el ecosistema. Aves En la región del Océano Austral y el Continente Antártico se han reconocido 45 especies de Aves (Watson, 1975). Aunque tales especies carecen de un interés económico directo, tienen importancia, puesto que consumen otros recursos de importancia económica, como crU!i– táceos, calamares y peces. Además, vale la pena señalar su valor es– tético y científico. Las estimaciones más recientes muestran que existen unos 165 mi– llones de individuos con una biomasa total de 500.000 toneladas (Prévost, pers. com.). Tales estimaciones son derivadas indirecta– mente de datos para cada especie, que distan mucho de ser exactos, tal como 10 reconoce su autor. Así, estas estimaciones sólo son una aproximación muy cruda y pueden contener errores de magnitud considerable, no obstante su utilidad es innegable. Prévost también estimó la cantidad de alimento que consumen las aves antárticas en 31,6 millones de toneladas anuales, cifra que es ligeramente inferior a la que indica para las focas. Tales cifras muestran claramente la importancia de las aves como consumidores en el ecosistema antár~ tico. Por último, es importante destacar que los pingüinos constituyen el 60% de los individuos con el 88'% de la biomasa total indicaea y que consumen el 83% del tonelaje total de alimento por año. PiníPedos (focas) Las especies de focas que existen en el Continente Antártico y el Océano Austral son seis. CuatTO' de ellas son propiamente antárticas y las dos restantes son subantárticas. Las estimaciones más recientes señalan un total de poco más de 16,8 millones de individuos con una biomasa total de 3,5 millones de toneladas para las seis especies (Laws, 1977). La foca cangrejera (Lobodon carcinophagus) es la más abundante, con una población estimada de poco más de 14,8 millones de individuos. El lobo fino (Arctocephalus a. gaulla) y el elefante marino (Mirounga leonina) fueron intensamente explotados en el siglo pasado y comienzos de éste. Tal explotación hizo disminuir tanto 166
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