Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales
Ricard" RieJro I LA CUENCA DEL PAcíFICO EN UNA PERSPECTIVA GEOGRÁFICA (1980) Para el caso chileno resulta bastante problemático apoyarse en criterios batimétricos, geológicos o criterios combinados de distancia o profundidad, dadas las particularidades de la composición geológico-geográficas de la costa y litoral del país. Sin embargo, independiente de estas consideraciones subsiste un problema interesante de Geografla Política.' ' Basado en el trazado del mapa mundial de las Naciones Unidas de las 200 millas, se presenta a continuación la misma concepción, pero en la ' llamada proyección Peters, con centro en el Océano Pacífico. La elección de esta proyección no es arbitraria, sino, por el contrario, tiene una fundamen– tación muy sólida. La proyección de Arno Peters tiene ocho caracterís'ticas que no las logra conjugar ninguna otra proyección simultáneamente. No es el caso enumerarlas exhaustivamente, sean sólo mencionadas las principales de ellas: a) entrega una visión absolutamente equiárea de toda la superfi~ie del globo. De tal forma todos los continentes, países y estados del globo, están representados en su relación de tamaño verdadera. b) permite una expresión cuantitativa exacta, ya que cada cm 2 de la carta tiene una equivalencia similar en cualquier sector de la proyección. c) incluye en su representación los territorios polares, de forma tal que la Antártica por ejemplo, adquiere su significado real, ya que es el cuarto continente en importancia de tamaño en la superficie del globo. d) La proyección tiene dos paralelos de tangencia, a los 45 o latitud norte y a los 45 0 latitud sur. De tal forma, a lo largo de esos dos puntos, la pro– yección es equiforme además de equiárea. Mapa 5. La proyección muestra que se configura un eje de penetración a que dan lugar las 200 millas marinas y que parte desde la vertiente pacífica occi– dental, hacia la vertiente oriental en las latitudes tropicales y tropicales mar- , ginales del Pacífico Sur. Este eje concuerda con la penetración de las 200 millas que se configura a partir de la vertiente pacífica chilena, por efecto del Archipiélago de Juan Fernández y de la Isla de Pascua. Esto significa que se logra quebrar, a la altura aproximada del trópico de Capric.ornio, la continuidad del Océano Pacífico por la intercesión de una barrera de mar, llamado aquí laxamente "juridiccional". No sería de ex– trañar que, en un futuro próximo, la comunidad internacional acepte la idea de reconocer la soberanía y ;uridicción del estádo ribereño sobre la zona económica de las 200 millas, como se deja entrever ya en las deliberaciones de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Esta situación planteada en estos términos tiene insospechadas proyec– ciones geopolíticas para nuestro país. Primero, todo aquel sector ubicado al sur de este cinturón, si bien conservaría en teoría el carácter de aguas in- 83
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