Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales

• ENSAYOS SOBRE EL PAciFICO ejemplo París-Wladivostok, y las distancias extremas norte-sur París-Cabo de Buena Esperanza, son prácticamente iguales. Mackinder distingue dentro de esta grande división geopolítica que pro– pone del planeta, además las siguientes subdivisiones: En la isla continental distingue un núcleo o corazón que incluye las gran– des llanuras del norte de Eurasia, desde el río Elba en Alemania hasta los ríos Lena y Amur en Siberia. Pertenecen también a este núcleo o corazón, Turquía e Irán. Este núcleo continental está rodeado por el llamado "arco marginal interno", compuesto por el resto de Europa, la parte mediterránea del nor– te de Africa, India, Indochina, China y las tierras asiáticas del Pacífico. El "arco marginal interior" alberga dos tercios del total de la población mun– dial y se puede subdividir en cuatro zonas que son concordantes con las cuatro grandes religiones del mundo: el Brahamanismo, en la zona del Indico; el Budismo, en la :lona monzónica pacífica; el Islamismo, en el Asia Anterior y meso Oriente, yel Cristianismo en Europa. A continuación de este "arco marginal interno" sig1!e un "arco exterior o insular" compuesto por Mrica central ymeridional, más las dos Américas. Mapa 4. Mackinder hace una serie de observaciones que, a pesar del tiempo trans– currido, reflejan la sólida formación y el carácter verdaderamente visionario de este geógrafo británico. Es así como postuló que quien domine el núcleo o corazón, dominará la isla continental. El segundo postulado es quizás patético en el sentido de que es el que estamos presenciando y talvez presenciaremos durante los decenios que faltan hasta el año 2000. El segun– do postulado dice: QUIEN DOMINE LA ISLA CONTINENTAL, DOMI– NARA EL MUNDO. Ciertamente se podrá discrepar puntualmente de esta concepción geo– política postulada a los albores del siglo xx. Sin embargo, en esencia, tiene plena validez hasta nuestros días, como lo confirman las iniciativas geopolí– ticas de las dos grandes potencias mundiales actuales. Constituye, con se– guridad, el argumento central para entender, por ejemplo, el fundamento de Geografía Política empleado en la reconsttucción de Europa Occidental después de la segunda guerra mundial. Más evidente aún resulta la persis– tencia de occidente en el sentido de incorporar a Turquía al Pacto de De– fensa del Atlántico Norte (OTAN), o el apoyo y revitalización aJapón como freno a la expansión Océano Pacífico de la Unión Soviética, etc. A la in– versa, las concepciones geográfico-políticas soviéticas evidencian una fuerte fundamentación en esta visión global integradora de Mackinder. Así por ejemplo, el esfuerzo sistemático para acentuar la presencia soviética en los grandes océanos, a través de la búsqueda incesante de llegar a costas que, por latitud, aseguren operabilidad durante todo el año. Este hecho demues- 80