Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales
James 8yth / NIUGINI: UNA NUEVA NACiÓN CUPRíFERA EN El. PAcíFICO SE ACERCA ti $U". La compañía tiene obligación de consultar con el gobierno para el procesamiento del cobre, cuando sea necesario. Como lo han aprendido varios países sudamericanos y africanos, el procesamiento avanzado resulta caro, y, en una situación de mercado inseguro para el metal, tiene un riesgo financiero y técnico. Será obvio, a su debido tiempo, para los críticos locales del desa– rrollo minero, como ya lo es, en los países que han debido conocer penosamente las realidades del potencial del mercado, que el margen concebible de ganancias nacionales, con el cobre y demás minerales, no puede compararse con el del petróleo, sobre el cual se basa el éxito de OPEC; además, aunque la Bolsa de Metales de Londres no sea una maravilla, es un instrumento de ventas bastante útil. En Niugini, el gobierno y la compañía comparten, bajo común acuerdo, el retorno pequeño, por un precio bajo en la bolsa de Londres y las ganancias del alza de los precios. Los esfuerzos de CIPEC para eliminar lo efímero de los precios en el mercado del cobre, en un metal que está de hecho sujeto a una substitución competitiva, debe ser observado con interés y simpatías. Históricamente, la negociación de los contratos a largo plazo con los compradores de concentrados, de preferencia a los de metal refinado han hecho posible el desarrollo de Bougainville; y ocupando con ello el vasto porcentaje de producción corriente, aparecería como materia lejana, toda decisión de acelerar el proceso para aumentarla. Mr. Dominic Mulaisho, de Mindeco, el organismo para-estatal minero de Zambia, preguntó a una audiencia americana, el año pasado "¿Podriamos esperar que CIPEC llegue a ser en estos tiempos un instrumento para lograr una política de precios más racional?" No contestó su propia pregunta, porque quizás hasta hoy, no con– sigue respuesta. En Niugini también surgen interrogantes imposibles de respon– derse. Hank Nelson sintetizó un excelente, aunque algo pesimista estudio, de esta forma. HA largo plazo, el pueblo de Niugini se hace confidente de uno. Tienen una cortesía, imaginación y fuerza práctica, buscando entre– gar sus propias soluciones. Aun sin instituciones de gobierno, saben hacer su trabajo, aunque a veces tienen violentas guerras intestinas, para defenderse. Los australianos creían en la posibilidad de tener paz, estabilidad política y prosperidad económica, como una norma, pero de hecho no es habitual encontrarlas; más bien sería difícil predecir, al menos para un futuro de corto plazo, que en Niugini se logrará la paz y la prosperidad." Esta es una visión sombría. Como australiano optimista, puedo 217
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