Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales
John GítlíngJ I ,TIENE CHINA UNA POliTlCA EXTERIOR' (1967) La disputa chino-soviética La disputa chino-soviética, como ya hemos expuesto, lejos de ser inesperada o refractaria, fue la consecuencia lógica de la relación poco equilibrada entre China y la Unión SCiViétÍca. Pero la forma que esta disputa ha adqui– rido en gran pane ha sido dictada por tácticas china. Recientemente esta táctica ha culminado en una situación decididamente desfavorable para China. La agravación que ha experimentado esta disputa se puede comparar con el desarrotlo de una guerra. Hasta 1962, las diferencias fueron ocultadas y mantenidas en privado, mostrando un frente de formal solidaridad en público. Después de la crisis de Cuba y de la guerra limítrofe chino-hindú, la disputa se hizo abiena, aunque China se reprimió abienamente de desa– flar el liderato soviético del mundo comunista. En esta fase, China todavía gozaba con apoyo considerable por pane de otros miembros del bloque socialista, quienes --guiados por motivos propios- buscaban mayor independencia de la Unión Soviética. Entre estos países se contaban: Rumania, Polonia, Cuba, Vietnam del None y Corea del None. En 1964, ya la China abienamente disputaba con la Unión Soviética el liderato del bloque. Esta era aun una política viable, siempre que China evitase la posibilidad de antagonizar a otros países socialistas. Pero China ha llevado recientemente esta disputa a tales extremos que hasta sus propios simpati– zantes se han sentido desencantados. Las actividades faccionarias de China, su política respecto al Vietnam, el tono prepotente de sus polémicas y sus velados ataques al resto de los países socialistas -sin mencionar la Revolu– ción Cultural- han logrado apanarla de casi la totalidad de sus aliados excepto Albania. Debemos destacar que la Unión Soviética una vez más ha tratado de efectuar una reunión internacional de panidos comunistas; reunión para la cual anteriormente Khrushchev había encontrado sólo oposición. Corea del None y Vietnam del None, antiguos aliados de China, hace poco se han tornado casi neutrales dentro de la disputa. Las relaciones con Cuba se deterióraron durante el transcurso del año 1966 y una cantidad de panidos comunistas extranjeros -notoriamente el Panido Comunista del Japón– han dejado de apoyar a China. Aquí, a grandes trazos, podemos leer y captar la doctrina milenarista de Mao. Puede ser que China haya minado el liderato soviético, pero sus tácti– casa la vez han destrUido su propio apoyo. China es intransigente respecto al apoyo que reciba. Desde su pUntO de vista, la doctrina reviste muchísimo más imponancia que la conveniencia. ¿Qué imponancia tiene si acaso la gran mayoría -"mayoría mecánica" como China despreciativamente la 159
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