Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales

ENSAYOS SOSR<ó EL PAcíFICO La historia es algo diferente en el resto del mundo. Es cierto que China ha dado algún tipo de asistencia -armas o adiestramiento- a revoluciona– rios africanos y latinoamericanos. Esta ayuda jamás ha sido muy abundante y ha disminuido durante 1965-1966. Fue selectiva y no se distribuyó muy sabiamente. Muchas veces los que han recibido ayuda china han sido más bien oportunistas antes que maoístas. No es que queramos restarle impor– tancia a esta asistencia, pero se da en forma demasiado desordenada y esporádica como para sugerir un gran plan chino de subversión mundial. Norteamérica desarrolla actividades similares a una escala muchísimo mayor. Lo que realmente despierta nuestra atención son las palabras de China y no sus acciones. Cuando un Chou En-Iai proclama a grandes voces que Africa está "madura para una revolución", lo que él está haciendo es pro– fetizar algo que le parece obvio. Para el resto del mundo, es de tono amena– zante. Aquí tenemos otro ejemplo donde el dogma chrno triunfalmente brilla sobre lapracticabilidad. Tácticamente, sería mucho más sabio que China bajase el tono de su propaganda revolucionaria. Sin embargo, muy al contrario, cada día se hace más propaganda, haciendo caso omiso de los posibles efectos negativos. China y las armas nucleares Otra interrogante que atemoriza y alarma a Occidente es que China haya emergido dentro de la escena nuclear. Habría que hacer antes que nada una observación general respecto a la política militar China. Desde 1949, la estrategia y planeamiento militar han sido orientados casi exclusivamente hacia la defensa. Esto no excluye operaciones limitadas de tipo ofensivo como la guerra limítrofe chino-hindú. Pero la preocupación central de la estrategia china es defender su territorio de la agresión externa, sea ésta proveniente de los Estados Unidos o por último de la Unión Soviética. Si examinamos el tipo de armas y sistemas de combate que se han adoptado en el ejército, armada y fuerza aérea, esta misma preocupación primordial por la defensa nos será revelada. Si China tuviese ambiciones expansionistas, se notarían tales planes en sus preparativos militares, tal como las intenciones de Alemania y Japón se podían adivinar en la década de 1930 si se observaba sus programas de rearmamento. Sin embargo, todos los expertos en la capacidad militar china concuerdan en que sus posibilidades para una acción ofensiva de gran envergadura fuera de sus fronteras son casi inexistentes y que ningún es– fuerzo importante se ha realizado para mejorarlas Por motivos obvios, es en el campo del desarrollo de armas nucleares donde se han efectuado grandes esfuerzos. El programa nuclear de China fue acelerado en 1958, el año en que comenzó a adquirir importancia la 156

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