Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales

ENSAYOS SOBRE EL PAciFICO Tampoco es un fenómeno aislado al rechazo chino de ambos superpo– deres. En la atmósfera más relajada del entendimiento occidental-oriental, muchas naciones del Tercer Mundo han tratado de sustraerse de esta bipola– ridad artificial inducida por los primeros años de aguda guerra fría. La disociación de China llama más la atención simplemente por ser ésta una nación mucho más grande y con un inmenso potencial de poderio propio. Para ponernos al día, habría que agregar que la tendencia hacia el neutra~ lismo del Tercer Mundo durante la década recién pasada ha sido en gran parte abandonada en los últimos años. El desencanto de la China con el concepto del neutralismo refleja especialmente este factor. Tampoco debe sorprendernos la mayor dureza de la línea china hacia Norteamérica. Aquel país en ningún momento había tratado de aprovechar la fase moderada de la política exterior de China a mediados de los años 1950-1960. China continuó siendo rodeada y amenazada por los Estados Unidos que continuó respaldando las fuerzas de ocupación militar en Taiwán e incluso inició o fomentó vuelos de espionaje y misiones de comandos dirigidas en contra de China continental. Tampoco fue modi– ficada la oposición norteamericana a la admisión de China dentro de las Naciones Unidas. Si China continúa fuera de esta organización es solamente debido a la fuerte influencia y oposición de Estados Unidos. Norteamérica también continuó con su bloqueo absoluto al comercio exterior chino y trató de coercer a sus aliados en el mismo sentido. Por añadidura, en la medida que los Estados Unidos y la unión Soviética llegan a cierto acerca– miento, China se aísla y se torna cada vez más temerosa de sus intenciones. Por lo tanto, era natural que se operase un giro en la política moderada de mediados de la década anterior. Sin embargo, todas estas razones no logran justificar totalmente la violencia del cambio, el que ha sido innece– sariamente drástico. Para comprender bien este fenómeno, y para encontrar algún s.entido dentro del estilo tan idiosincrásico asumido actualmente por la política exterior de China, habría que considerar la siempre creciente influencia de la ideología de Mao. El vigoroso sentimiento nacionalista chino, y su búsqueda de la "autosuficiencia", han dejado su marca tanto en la política externa como en la interna. Parece ser que la excesiva dependencia en que cayó China respecto a la Unión Soviética -dependencia que entonces fue aceptada e incluso estimu– lada- actualmente induce a una violenta reacción que no es posible explicar total y únicamente bajo los términos de una politica nacional. En 1949 Mao Tse-tung había proclamado triunfalmente: .,Ahora podemos firmemente estar de pie, los días en que se nos consideraba inferiores ya pasaron". Pero estas palabras eran sólo parcialmente verdaderas; la alianza chino– soviética perpetuó, aunque tal vez en forma más débil, el mismo sentÍ- 150

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