Ensayos sobre el Pacifíco: estudios publicados en la Revista Estudios Internacionales

W. MacO/ahr", 80111 AUSTRALIA EN El PAciFICO (19721 nos británicos, holandeses, franceses o norteamericanos. Pero el na· cionalismo ha transformado desde entonces el clima político de Asia, de modo que para Australia, Asia es no sólo un norte cercano en vez de un lejano oriente, sino también un nuevo norte. Donde quiera que la gente llega a sentir que pertenece a una na– ción, y no sólo a una familia, tribu, clase o comunidad religiosa, comienzan a desear fervientemente establecer limites seguros alrede– dor de su territorio. tener su propio gobierno con un poder supremo dentro de esos límites, sin ninguna clase de subordinación a ningún gobierno extranjero. A partir de aquí, la nación tiende a convertirse en una nación·estado independiente. En Asia durante este siglo, el nacionalismo ha constituido una revolución fundamental contra la dominación de los europeos. Los portugueses llegaron al sudeste de Asia en el siglo XVI, así como los españoles a las Filipinas, mientras en el siglo XVII llegaron al sur y al sudeste de Asia los holandeses; los británicos y los franceses lo hicieron en los siglos XVIII y XIX. De aquí que algunos asiáticos hayan estado sometidos a la soberanía de europeos durante más o menos 400 años, y otros durante menos de 100. El nacionalismo político ha sido, por lo general, fuertemente sos– tenido por una rebelión económica contra la explotación ejercida por los extranjeros. El nacionalismo económico en Asia no es sólo antioccidental. En algunos períodos y lugares, ha sido antijaponés. En Birmania, no sólo ha sido antibritánico, sino también antiindio. En la mayoría de los paises del sudeste de Asia, ha sido antichino, ya que la población indígena se ha resentido por el éxito comercial y el mejor nivel de vida que han logrado las minorías chinas. Es verdad que la administración europea acarreó generalmente un cre– cimiento económico en los territorios coloniales. Los europeos ex– trajeron y exportaron minerales, cultivaron y exportaron especias, té, café o cocos. En algunas áreas introdujeron y cultivaron el caucho. Pero el crecimiento económico no trajo necesariamente aparejado un incremento del bienestar social. De hecho, en algunos lugares y períodos, la reorganización de las economías asiáticas en pro de los intereses de los poderes coloniales acarreó un empobrecimiento material y espiritual de las poblaciones asiáticas. Aun cuando el desarrollo económico les trajo algún beneficio real, los intereses de los poderes coloniales eran siempre desmedidamente predominantes. En varios países asiáticos. estos resentimientos politicos y econó– micos fueron reforzados por resentimientos basados en la raza o el color. Es un hecho histórico triste y vergonzoso que muchos euro– peos en Asia dieron por sentado que el hombre blanco es inherente– mente superior al de color. No hay duda de que la explicación de este error ridículo es que, du¡:ante las últimas centurias de la larga BI

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