Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial

DESARROLLO ENERGÉTICO EN AMFJUCA LATINA y LA ECONOMÍA MUNUlAL se produce en los transportes. En este sector el reemplazo, en el corto plazo, presenta dificultades. En primer lugar, existen usos específicos del petróleo que hacen imposible su sustitución con la tecnología actual, como es el caso del transporte aéreo. Para el transporte mad– timo, si bien es factible el uso del carbón o de la energía nuclear, estas resultan de difícil utilización o antieconómicos. En donde el reemplazo es atractivo y además se efectúa con una gran ganancia en eficiencia es en el transporte carretero o urbano empleando trans– porte masivo, tales como ferrocarriles eléctricos, metropolitanos y trolley-buses. Desgraciadamente, en estos casos, las inversiones requeri– das son elevadfsimas. Actualmente en el desarrollo de nuevas fuentes energéticas, los esfuerzos se orientan principalmente hacia la obtención de combusti– bles sintéticos a partir del carbón, fusión nuclear y la energía solar. En el primer caso la tecnología es conocida y existe en Sudáfrica una planta para este propósito, sin embargo, los costos son elevados in– cluso a los niveles actuales del precio del petróleo. El esfuerzo, en este caso, está orientado hacia la obtención de procesos más eficientes que permiten abordar los costos. En cuanto a la fusión nuclear, ésta está a nivel de investigación básica y las estimaciones más optimistas señalan que no podría ser comercial antes del año 2000. El sol es la mayor fuente energética de que dispone la humanidad y es, por así decirlo, la fuente de la vida. Es evidente que, en el largo plazo, la energía solar deberá contribuir a soludonar algunos de los problemas energéticos del mundo. Su utilización, sin embargo, tiene dos inconvenientes. La energía solar es difusa, esto es, para obtener una cantidad significativa de energía, se precisa de grandes superficies; y no está disponible en forma continua. La primera dificultad exige el desarrollo de dispositivos que concentren los rayos solares, si se desea captar una cantidad significativa, y la segunda requiere de sistemas de almacenamiento y jo la instalación de generadores de enero gía convencional como respaldo, si se desea mantener un grado de seguridad razonable en el servido. Ambas exigencias se traducen en elevadas inversiones que hacen que la energía solar no sea atractiva por el momento, desde el punto de vista económico, para la generación de energía eléctrica en escala comercial. Por estos motivos, en la actualidad, la utilización comercial de la energía solar se orienta hacia las aplicaciones destinadas a calen– tar agua con fines domésticos, producir calor para procesos industriales y, en algunos casos, hornos solares de uso metalúrgico o industrial, y 94

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