Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial

Bruno Philippi I SÍNTESIS DE LA SITLACIÓN ENERGÉTTCA DE CHILE competitivos. Pero, aparte de la resistencia que despierta el uso del carbón por motivos ecológicos, este reemplazo requiere de elevadas inversiones, no sólo para transformar las actuales instalaciones que hoy generan petróleo, sino que, en parte muy importante, para desa. rrollar nuevas minas y los sistemas de transporte masivo que se reque– rirían. Nuclear. En la ausencia de recursos hidroeléctricos económicamente utilizables, como es el caso en muchos países desarrollados, la energía nuclear parece ser la respuesta más evidente a la crisis energética, tanto desde el punto de vista técnico como económico. Los actuales tipos de reac– tores nucleares en explotación comercial, han demostrado, a través de más de 25 años, confiabilidad y seguridad de su operación. Este tipo de reactor, sin embargo, hace uso de un porcentaje muy bajo de la energía potencial contenida en el uranio. Por tal motivo, actual. mente se trabaja activamente para poner en operación comercial los llamados reactores regeneradores rápidos que permiten una plena utili– zación de esa energía. Para tener una idea de 10 que este desarrollo representa, basta citar el hecho de que si las actuales reservas conoci– das de uranio fueran utilizadas en esa forma, su equivalencia energé– tica es de 18.000 veces las reservas de hidrocarburos y, a diferencia de lo que ocurre con el petróleo, existen extensas áreas del mundo que aún no han sido exploradas en busca de uranio. El mayor obstáculo que se presenta para el desarrollo más acele– rado de la energía nuclear, aparte de las inversiones requeridas, es el pretendido peligro que ella representa para la humanidad por la eventual proliferación de las armas nucleares, el potencial peligro de un accidente nuclear masivo y la contaminación potencial de los desechos radiactivos. Otras fuentes energéticas convencionales, tales como Geotermia y leña representan, en el cuadro global, un porcentaje muy bajo en el consumo final de energía. Sin embargo, ambas son altamente signi. ficativas en ciertas localidades específicas y potencialmente presentan interesantes posibilidades. Así por ejemplo. la utilización de residuos vegetales para combustión directa o para obtención de alcoholes con otros fines energético son programas que han cobrado una importancia creciente. Los recursos antes mencionados están básicamente orientados a la generación de electricidad. Sin embargo, el mayor consumo de petróleo 93

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