Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial

DESARROLLO ENERGÉTICO EN AMÉRICA LATINA y LA ECONOMÍA MUNDIAL Situaciones políticas que afectan el intercambio de productos ener· géticos, tecnología y capitales en el mercado internacional. Sobre las proyecciones de la demanda futura de energía existen muchas especulaciones. Si bien todas consideran que la extinción del petróleo producirá una transición de una civilización basada en este combustible a otra en que nuevas fuentes de energía pasen a susti– tuirlo, con los recursos y tecnologías disponibles no pueden abrigarse esperanzas razonables que ello ocurra antes del año 2000. En el corto plazo sólo es posible pensar en sustituciones del petróleo por otras formas energéticas convencionales y de tecnologías conocidas, si se quiere asegurar que la demanda total de energía mantenga ritmos de crecimiento concordantes con el desarrollo económico esperado. Una disminución efectiva en la tasa de crecimiento del consumo de energía sólo puede concebirse como consecuencia de políticas que induzcan al ahorro de la energía y aumento de la eficiencia en su uso, y no como consecuencia de medidas arbitrarias y precipitadas. Veamos rápidamente que representan, en el contexto global, las así llamadas energías convencionales más importantes. Hidroelectricidad. La mayoría de los recursos hidráulicos no explotados se encuentran en los países subdesarrollados; los existentes en las naciones avanzadas están en operación desde hace ya varias décadas. Se estima, sin em– bargo, que la casi totalidad de los recursos hidráulicos del mundo deberán estar en explotación dentro de los próximos 40 a 50 años. Aunque el costo de la electricidad generada es, en general, el menor de todas las otras alternativas energéticas, requiere, sin embargo, ele– vadas inversiones (del orden de los us$ 1.000 por KW instalado) . Carbón Las reservas conocidas de carbón son aproximadamente 6 veces mayores que las del petróleo y, a diferencia de lo que ocurre con los hidrocar– buros, los mayores yacimientos se encuentran en los países avanzados: Estados Unidos, la Unión Soviética y China poseen más del 80% de las reservas mundiales. Un porcentaje apreciable de la demanda de petróleo se emplea en generar energía eléctrica; su reemplazo por carbón para estos fines no plantea ningún problema técnico y sus costos de generación son 92

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