Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial
Raúl Espinosa / EL ROL DE LA EMPRESA PRIVADA EN EL DESARROLLO... parte de la secundaria y su dis'tribución al consumidor, incluyendo en ello la Empresa Nacional del Carbón. Por otra parte, como el Estado tomó posesión de las grandes com– pañías mineras tales como El Teniente, Chuquicamata, El Salvador, Pedro de Valdivia y María Elena, las plantas termoeléctricas que suministran energía a esas minas y a ciudades vecinas quedaron bajo propiedad y control' estatal. Esta es la situación que aún prevalece en Chile y cabe preguntarse entonces qué rol le corresponde a la empresa privada en materia de energía en nuestro país. En primer lugar, cabe señalar sumariamente que el régimen econó– mico imperante actualmente en Chile es diametralmente opuesto al que rigió en general la economía en los últimos cuarenta años. Se ha configurado una economía abierta de corte monetarista, con dere– chos de aduana uniformes no mayores del 10%, control estricto de gastos fiscales, desestatización, aplicación del principio de subsidia– ridad del Estado, con libertad de precios de bienes y servicios y tribu– tación sobre utilidades reales de las empresas a tasas iguales para todas, eliminación de subsidios, etc. En resumen, lo que se ha dado en llamar economía social de mercado que tiende a traspasar al sector privado la responsabilidad de atender las demandas de todos los bienes y servicios cuyo valor para el consumidor pueda medirse razonable– mente a través de los precios de mercado. Al mismo tiempo, se han creado los mecanismos que protegen al consumidor a través de leyes antimonopolio bastante eficaces y me– diante la internalización, hasta donde ello sea posible, de las exter– nalidades en la producción y comercialización. Dentro de este marco se han adoptado tres medidas fundamentales para facili tar el acceso y promover el interés del inversionista privado: i) Se han dictado reglas claras, objetivas y uniformes sobre inver. sión extranjera (Chile se retiró del Pacto Andino en 1976), mediante el DL NI! 600; ii) Se han vendido en licitación pública internacional un número importante de empresas del Estado, aun cuando hasta ahora esa polí– tica no se ha extendido al sector energético, y iii) Se han dictados leyes especiales que permiten al privado acceder a actividades que estaban reservadas al Estado. Al respecto conviene detenerse en el rubro petróleo: 207
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