Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial

EL ROL DE LA EMPRESA PRIVADA EN EL DESARROLLO ENERGETICO DE CHILE Raúl Espinosa Gerente General de la Compañía de Petróleos de Chile (COPEC) En Chile, la empresa privada tuvo la responsabilidad casi exclusiva del suministro de energía en el país, desde mediados del siglo pasado y hasta 1940. En efecto, las minas de carbón de Lota y Schwager perte– necientes al Grupo Cousiño proporcionaron el carbón para movilizar ferrocarriles, industria y la explotación del salitre. El gas de hulla en Santiago y otras ciudades, tanto para alumbrado como para usos industriales, era entregado por la Compañía de Consumidores de Gas, una sociedad anónima con un número considerable de accionistas privados. La leña, todavía importante en nuestro país, ha estado siempre en manos de particulares. Las primeras centrales termoeléc– tricas en la zona norte para suministrar energía a los complejos mineros y en algunas ciudades fueron todas privadas. Incluso algunas pequeñas centrales hidroeléctricas como Carena, Los Maitenes, Pirque, etc. fueron todas iniciativas particulares. Hasta 1970 la energía eléc– trica para las provincias centrales era generada, en su mayor parte y distribuida en su totalidad, por la Compañía Chilena de Electricidad, una filial de la American Foreign Power y de Ebasco, empresas norte. americanas. Finalmente, el kerosene para uso doméstico e industrial, el diesel oil y el fuel oil, como también la gasolina para: vehículos eran, hasta 1950, importados y distribuidos por empresas privadas nacionales y extranjeras. A contar de 1940 con la creación de la Corporación de Fomento de la Producción, se inicia una creciente participación del Estado en la provisión de energía para alumbrado, industria y transporte. Se crean grandes empresas tales como ENDESA, para generación eléctrica y ENAP para exploración, explotación y refinación del petró– leo, que alcanzan gran expansión. Estas entidades hacen posible la implementación del modelo cepaliano de desarrollo de sustitución de importaciones, adoptado por el Gobierno de Chile. A fines de 1973 mediante esta nueva política y después de nume– rosas expropiaciones, el Estado, a través de varias empresas, contro– laba la producción de la casi totalidad de la energía primaria y gran 206

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