Desarrollo energético en América Latina y la economía mundial

DESARROLLO ENERGÉTICO EN AMÉRICA LATINA y LA ECONOMfA MUNDIAL tria, es razonable suponer, en principio, que no habría problemas muy graves par3J la construcción de estas centrales nucleares. 2. CICLO DE COMBUSTIBLE NUCLEAR Respecto al ciclo de combustible nuclear, la situación es bastante más compleja, sobre todo en lo que se refiere al suministro de Uranio. Las reservas de Uranio razonablemente aseguradas en países WOCA son 2,5 millones de toneladas y las adicionales estimadas son 2,3 mi– llones de toneladas, en que el 80% están en Norteamérica, Africa y Australia. La capacidad de producción de Uranio podría subir en 1980 a 50.000 ton/año llegando a un máximo de 120.000 tonjiaño en 1990, para decaer a 75.000 ton/año en 2010 y 25.000 torrf'año en 2025. Se especula que en países WOCA podrían existir entre 6 a 14 millones de toneladas de Uranio adicional. En parte estas reservas especulativas estarían en países en desarrollo lo cual requeriría, inversiones anuales en exploración del orden de 500 millones de dólares. Por consiguiente, la probabilidad de realizar estas exploraciones es baja y, en caso de explotar estas reservas, esto ocurriría después del año 2000. En caso de continuar un desarrollo nuclear similar al actual, es decir, basado en reactores de agua liviana (LWR) y sin reprocesar el combustible quemado, en 1980 se necesitan 30.000 ton/año de U. En el año 2000, la necesidad de U subirá de 130.000 a 180.000 ton/año y, en 2025, de 220.000 a 500.000 ton/año. Por consiguiente, con este tipo de estrategia de desarrollo nuclear, las reservas de Uranio serán totalmente insuficientes para abastecer de combustible a los reactores después de 1995. En el caso de considerar una estrategia nuclear, en que se continúa con los reactores LWR, pero reprocesando el combustible y reciclando el Plutonio, se ahorra del orden de 30% del combustible. En esta forma la necesidad de Uranio para el año 2000 fluctuaría entre 90.000 a 130.000 ton/año y, para 2025, entre 100.000 a 350.000 ton/año. In– cluso con esta estrategia, después del año 2000, la capacidad de pro– ducción de Uranio no podría satisfacer la demanda. Considerando la estrategia más económica en el consumo de Uranio, es decir, una rápida incorporación de los reactores reproductores (FBR), la situación sería algo más favorable. En esta forma, la necesidad de Uranio en el año 2000 sería 120.000 ton/año y, el año 2025, fluctuaría entre 60.000 y 200.000 ton/año. Dado que esta ultima entrategia ha sido suspendida de momento, debido a las actuales políticas nucleares (basado en la posible proli.' 144

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