Panorama de la política mundial
PANORAMA DE LA POLÍTICA MUNDIAL de las Conferencias de rreherán y Yalta reveló los fines de guerra soviéticos que han sido cumplidos en su totalidad. Ellos abarcaban: a) las tierras que alguna vez en la historia pertenecieron a la Rusia de los Zares; b) los pueblos que mayoritariamente profesan la reli– gión ortodoxa, aunque nunca 'hubieran estado bajo dominación rusa; los territorios poblados por eslavos, cualquiera que fuese su religión o cultura tradicional. Tales objetivos no 'podían ser interpretados en función de las pre– misas ideológicas del marxismo, pues correspondían a históricos im– perativos de la geopolítica nacional rusa. Romper el frente del istmo situ.ado entre los mares Báltico y Negro, con la consiguiente y lógica tendencia a crear una zona! de vanguardia y protección a través de todo un arco de satélites desde el Artico en lPetsamo hasta Trieste en el Adriático y Odesa en el Mar Negro. Los sueños zaristas ,de romper los hielos del bloqueo y abrirse paso :hacia las templadas aguas del Me– diterráneo, del Golfo Pérsico y del Océano :Indico, también han ju– gado un papel singular en la estrategia soviética. Pero esta ilusión de continuidad: conduce a dos errores igualmente fatales para la formulación de la estrategia occidental. El Frimero de ellos consiste en creer que la URSS, al igua'} que la Rusia Zarista, es un país esencialmente expansionista en sentido territo1"íal. Todo el sistema de alianzas de Occidente se eslabona para contener dicha ex– pansión: frente a la visión mackinderiana de las tierras 'C.entrales se levanta la valorización del "Rimland" por Spytman; la geovisión aérea completa una inteligencia estratégica de la situación que se demuestra, a la postre, lamentablemente fragmentari,a e insuficiente para contrarrestar la amenaza comunista soviética. El segundo error proviene igualmente de la óptica territorialista. Así como la caracterización de la URSS como nación presa de una absorbente pasión' de ocupación territorial conduce a la ilusoria es– peranza de que el cerco territorial es la resFuesta más apropiada a su agresión, así también ocurre que se llegue a pensar que una vez sao ciadas SUB aspiraciones territoriales, que lógicamente han de tener un límite, será perfectamente posible asimilar y acomodar a la Unión SO'viética dentrO' del presente sistema internaciO'nal. :Frente a estos conceptos, ca'he hacer algunas reflexiones derivadas del comportamientO' de b Unión SO'viética y del aprO'vechamiento que ha hecho de las rventajas geÚ'politicas que los acuerdO's de Yalta le acordaron. 'Es un hecho que la URSS no ~la incurrido en grandes ries– gos para absorber estos territorios; está igualmente demostrado que en Berlín y en Cuba', para citar sólO' los ejemplos más salientes, no
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