Panorama de la política mundial

PAI'ORA;\IA DE LA POLfTICA MUNDlAL LA NACIONALIZACION DE LA IDEOLOGIA MARXISTA Es oportuno subrayar que el marxismo-leninismo es básÍcamente una filosofía de la Rusia soviética, la cual conserva cuidadosamente el mo– nopolio de la verdad filosófica y fortalece así su posición rectora del movimiento comunista mundial. La filosofía de la URSS es el mate– rialismo dialéctico, pero el único materialismo ortodoxo es el que se es– tudia, enseña y difunde en Rusia. Los pensadores marxistas de otras regiones del mundo, sólo revisten importancia cuando concuerdan con los filósofos rusos o cuando su disidencia acarrea, conseouencias polí– ticas; en tal caso, son estigmatizados y atacados no sólo pm' los órga· nos soviéticos sino por los comunistas de: todo el mundo. Esta situa– ción se explica porque el materialismo dialéctico debe su influencLt exclusivamente a las estructuras de poder del \Partido Comunista de la Unión Soviética y como éste se halla estrictamente centralizado no tolera ni puede tolerar una filosofía que no se someta a los rígidos moldes del interés nacional soviético. Examinar la historia del desenvolvimiento del pensamiento filosó– fico soviético sería, dentro del marco de este ensayo, un ejercicio im– productivo salvo en cuanto ella nos revela una evolución que, nota– hlemente, ta-mbién se produce en el desarrollo de la teoría polítiCl y legal, de las ciencias históricas)' aun de la ciencia militar soviética. En cada C3S0, a un período de relativa libertad (1917-21) sigue otro de purgas y entusiasmo doctrinal (1921-31), continuado por una res· tauración conservadora y nacionalista (1931-46), para recaer en las purgas que desencadena Andrei Zhdánov, el cengor público de Stalin, en su famosa mndena el 24 de junio de ] 947 del destacado filósofo Alexand)"ov para extenderse después a los diversos dominios de la cultura, el arte y la ciencia 6 • 'Después de la. caída del régimen estalinista, concluye el período de las purgas filosóficas y artísticas, sin que se produzca el advenimien– to de una verdadera liberalización que sería incompatible con los su– puestos teóricos y prácticos del marxismo ruso. Los disidentes, que en los últimos años han demostrado gran dinamismo y, en el caso de algunos de ellos, enorme entereza moral y vigor intelectual, no tie– nen ya ligazón doctrinaria con el marxismo. La principal cuestión que plantea el materialismo dialéctico, en su • J. M. Bochenski: "La Filosofía Actual". 2'1>. ed. México, 1951. Waldemar Gu– dan: "Bolch~Jism". London, ]938. ]uJes Monnerot: "Sociologie du Communisme". París, 1949. G. A. vVetter y 'V. Leonhard: "La Ideologla Soviética". Barcelona, 1954. 44

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