Panorama de la política mundial

PANORAMA DE LA POLiTICA MUNDIAL teado por la Unión Soviética. Este desafio es tan 'profundo y radical que no puede ser respondido con cualquier política de "contención", de "distensión" o de "acomodación". Iríamos tan lejos como para sos– tener que la asímilaci6n de la URSS por el actual sistema internacio– nal es imposible y que, en última instancia, sólo puede tener éxito frente al común adversario comunista soviético una política capaz de configurar un nuevo equilibrio mundial. En la introducción a "Un Mundo Restaurado", Henry Kissinger es– cribió lo siguiente: "Siempre que exista una potencia que considere opresivo el orden internacional o la forma de su legitímación, sus re– laciones con otras potencias serán revolucionarias. En tales casos, no será el ajuste de las diferencias dentro de un sistema dado, sino el sis– tema mismo el que se ponga en tela de juicio. Los ajustes son posi– bles, pero los mismos se concebirán como maniobras tácticas para con– solidar posiciones con miras al enfrentamiento inevitable, o como ins– trumentos para mina.r la moral del antagonista. Es cierto que la mo– tivación de la potencia revolucionaria puede ser defensiva; tal po· tencia puede ser sincera en sus protestas de que se siente amenazada. Pero el rasgo distintivo de una potencia revolucionaria no es que se sienta amenazada -ese sentimiento es inherente al carácter de las re– laciones internacionales basadas en los Estados soberanos- sino que nada puede tranquiliza1·la. Sólo la seguridad absoluta -la neutraliza– ción del oponente- se consi.dera una garantía suficiente, y por lo tan– to el deseo de una potencia de contar con una seguridad absoluta sig– nifica la inseguridad absoluta para todas las demás"4. Se sigue de esta proposición una importantísima enseñanza respec– to al comportamiento de 106 Estados que Kissinger subraya al colocar ele relieve el error de los defensores del "statu quo" que enfrentan inadecuadamente a la potencia revolucionaria como si la motivaran quejas específicas que pudiesen satisfacerse mediante concesiones limi– tadas: "Quienes nos advierten oportunamente del peligro son consi– derados alarmistas; quienes aconsejan adaptarse a las circunstancias son considerados equilibrados y sensatos, porque tienen todas las "ra– zones" buenas de su parte: los argumentos aceptados en el orden exis– tente como válidos. El "apadguamiento", cuando no es ,una estrata– gema para ganar tiempo, es el resulta,do de una incapacidad para en~ frentarse a una política de objetivos ilimitados"5. Otra consecuencia de nuestra tesis dice relación con la esencia del , G Hcnry Kissinger: "UII Mundo RestaU1'odo, La Política del Conservadurismo en una Epoca Revolucionaria". México, 1973. pp. 12-13.

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