Panorama de la política mundial
PANORAMA DE LA POLíTICA MUNDIAL ninguna democracia auténtica ha caído ahora en la esfera ideológica o política de sus enemigos. Por lo mismo que esta filosofía está tan compenetrada en Occidente, que ella no requiere de una reiteración doctrinaria constante. Quizás ello pued::t dar la impresión de debili– dad frente a la constante reiteración doctrinaria de la URSS, pero en · lo sustantivo su alcance es notoriamente más sólido y estable. Lo anterior no significa que las democracias occidentales estén exen– tas de pcligr:o, pues ,de hecho están sometidas a una constante presión interna y externa, que en muchos casos llega a adoptar la forma de infiltración o subversión. Pero frente a esta realidad, es que también las naciones occidentales· han tenido la capacidad de incorporar el factor de la cautelación a su vida política) esto es, de controlar aque– llas presiones que procuran atentar contra su continuidad. La natu– raleza de esta cautelación es diferente en cada país en función de sus propias realidades, extendiéndose desde la cautelación proporcionad:l · por la fortaleza misma del sistema político hasta la intervención de las fuerzas armadas en casos de peligro inminente de quiebra demo– crática. Incluso en algunos casos, como el reciente de Portugaí, la cau– teLación ha llegadO' a tener una dimensión internacional en occidente. Probablemente este factor de la cautelación deberá recibir un mayor énfasis en el futuro inmediato, pero su existencia actual o potencial demuestra que las democra't.:ias occidentales no están tan desprovistas · de resguardo como en principio pudiera creerse. Además, comO' también se adelant:tba, en ningún momento Occiden– te ha procedido con ingenuidad respecto de la URSS, pues tiene expe– riencia histórica y sus dirigentes tiene refinación política. De esta manera, también es posible pensar en que Occidente tampoco ha varia- . do su filosofía fundamental respecto de la URSS y, si bien; tiene presio– 'nes para que así ocurra, éstas han sido controladas o son susceptibles de serlo. Precisamente porque esta filosoHa fundamental no ha cambia– do, es que los partidos comunÍstas europeos procuran su acceso al po– der y procuran introducir algunas variaciones ideológicas respecto de , la URSS; intentando así quedar dentro- del esquema de valores demo– .cráticos imperantes y no ser rechazados en virtud de la cautelaci911 ,a que se ha hecho referencia ji> • Hay todavía otro ángulo del problema ·que reviste la mayor impor– tancia. Los valores democráticos de Occidente han trascendido de las fronteras físicas del mundo occidental y son seguidos muy de cerc'l .. Sobre el fenómeno del Eurocomunismo, vér artículo de Joaquín Fernanrlois en esta obra. Nota del Editor.
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