Panorama de la política mundial
PANORAMA DE LA POLÍTICA MUNDIAL forma primitivamente prevista, sigue constituyendo el esquema ne– gociador ínterlatinoamericano cuantitamente más importante de la región. Con sus indiscutidas debilidades y su virtual estancamiento, ALALC ha entrado en una etapa en que las once ¡Partes Contratantes deben em,peñarse seriamente en darle su fisonomía definitiva mediante la consecución de las "negociaciones colectivas" del caso. Estamos conscientes 'que ALALC requiere más que nunca de una re– novada imaginación creadora capaz de superar el reiterado despres– tigio que le ha acarreado su inacción. Al desprestigio de ALALC ttlan contribuido quienes en forma cons– ciente o no, comparan este esquema con el modelo de integración que desarrollan los países de la Comunidad Económica Europea, ol– vidando que tanto la' experiencia, los propósitos y los mecanismos de uno y otro model'O san categóricamente diferentes, en grados y en naturaleza. Ciertamente que los mayores defraudados con la "lenta marcha de ÁLALC" son aquellos que vieron en el Tratado de Montevideo un esfuerzo orgánico y sistemático capaz de ir acelerando gradualmente y en forma "programada" un desarrollo integrado y "armónico" en– tre los países miembros. ,Pára otros, ,ALALC fue concebida inicialmente solo como un primer esfuerzo regional destinado a Multilateralizar el intercambio entre los países latinoamericanos, elcual, durante la década anterior a 1960, se expresaba mayoritariamente a través de convenios bilaterales de pagos y de comercio, que ál ser restrictivos y discriminatorios se vol– vieron incompatibles con la política y los compromisos que se deri· vaban tanto del Fondo Monetario Internacional como del GA'IT•. Los convenios bilaterales mencionados fueron en la ~poca aludid~ la expresión preferida de intercambio entre los Ipaíses del Cono Sur, Argentina, ::Brasil, ¡Chile, Uruguay. Es así como hacia el año 1956, había 16 convenios de eSta iiaturaJeza que representaban más del 80% del intercambio recíproco de estos países, . ,Los elémentos detérminarites· de aquellos conveniosbilateraJés con· sistían en la eliminación· de restricciones, en el establecimiento de mod'alidfides cambiarías preferentes y, por consiguiente, discrimina– torias_ .LÓ's niveles arancelarios jugaban un papel totalmente secun– dario. A la época, no encontramos un intercambio regional sistemá– tico y el proceso de sti~tituclón ~e importaciones es concebido en tér– minos estrictamente nacionales. Los convenios bilaterales 'así concebidos se oponían a las tenden-
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