Panorama de la política mundial
PANORAMA DE LA POLÍTICA MUNDIAL por muchos años, así como el nacionalismO' y el transnacionalismD. LO' que importa para mantener la identidad nacional y la autDno– mía política, es poder usufructuar de algunas utilidades del transna. cionalismD sin ser penetradO' en ID político y desnacionalizado en ID económico, social y cultural. No se trata por lo tanto de rechazar o dejarse invadir, sino de fomentar una capacidad de negociación nacional y regional de mo– do de poder seleccionar aquella inversión o C'MN que más se ajuste a las necesidades económicas y que signifique un mínimo de riesgO' para la soberanía del estado y de la región. Esta actitud pragmática, acompañada de una política nacional ba– da una mayor autosuficiencia, puede señalar algunos caminos. que es necesario recorrer en compañía de las multinaciDnales. La enorme variedad de instrumentos que pueden utilizar ban si– do aplicados en los países con economías planificadas, y en g,obier– nos COn econDmÍas de mercado. A través de empresas multinaciona– les latinDamericanas o mediante acuerdos multilaterales es pDsible llegar a un modus vivendi que asegure un mínimo de autosuficien– cia y soberanía. 2. LA PDLÍTICA DE LA ESCASEZ y SU IMPAcro EN LAS RELACIONES INTlElRNACIONALES DE AMÉRICA LATINA. 2.1. La Política de la Escasez y la Economía de la Angustia. La crisis de la energía y la utilización del embargO' petrolerO' CDmo. arma política en el cDnflicto del Levante fueron lDS acontecimien– tos 'que prDvDcaron una tDma de conciencia en la cDmunidad in~ ternacional sobre el eventual agotamiento de los recursos en. un planeta finito. El resultadO' no-económico de esta crisis subjetiva, acompañada de cambios estructurales en la Política Mundial inau. guró la "era de la Política de la escasez", como segunda caracterís– ticasobresaliente del perfil del sistema internacional. Junto con el transnaciDnalismoexaminado en la primera par– te, la era de la escasez presenta la Dtra cara de la medalla frente {i la cual América Latina debe reaccionar y planificar su futuro. Vea· mos las distintas manifestaciones de esta política sui géneris. En prí– mer lugar, la dimensión económica de la política de la escasez es el reflejo de la así llamada "economía de la angustia" para 'Usar el tér– mino acuñado por el PrDfesor J ohn K. Galbrait. Según este conocido economista existen cinco angustias de nuestra época que tienen su ~4o
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