Panorama de la política mundial

PANORAMA DE LA POLíTICA MUNDIAL de la guerra como la nación más poderosa del mundo, adoptó un enfoque estratégico netamente universalista y opuesto a las zonas de influencia. Roosevelt y Cordell Hull, continuadores de la tradición univers,alista wilooniana, concibieron las Naciones Unidas como el es– quema esencial de esta estrategia, No obstante ello, algunas podero– sas voces disidentes 'se inclinaron por la creación de zonas de influen– cia para los Estados Unidos, aun cuando sin éxito. Entre los partida– rios de este último enfoque se encontró SUmson, qUIen concebía n"' sistema de equilibrio del poder, Kennan y el Secretario de Comercio W'allace, quien fue finalmente destituido por Truman en 1946 5 • Por su pa'rte, Churchíll manifestaba cierta inclinación al estableci– miento de su propia zona de influencia en Europa, particularmente en lo que se refería a Grecia y Polonia. Por tal razón, propuso en 1943 un esquema de transa'cdón, en que concedía al universalismo el establecimiento de una organización mundial, pero fundamentada en consejos regionales que permitan dar cabida al enfoque de las zonas de influenda. En ia'lguna medida, la estrategia universalista de los ,Estad'os Unidos se basaba en la sincera convicción de que una paz estable requería de una organización mundial, pues los precarios sistemas de equili. brio europeo del poder habían desencadenado ya dos guerras mun· diales y la implantación mundial del equilibrio del poder podía con· ducir a una tercera guerra mundial También existía el sincero con– vencimiento de que la tesis de las zonas de influencia escondía el propósito de adueñarse de Europa Oriental por la URSS, lo que cons– tituirla una negación de los principios que se habían defendido en la guerra, aspecto en 10 que el tiempo le daría la raz6n" Respecto de esto último, también caMa la genuina duda de si acaso Europa Oriental sería el límite del expansionismo soviético, o bien s6lo el comienzo. !Pero junto a estos factores, había ciertamente una conveniencia es– pecífica para el interés de los Estados Unidos como potencia mun– 'dIal. Desde luego, un esquema de zonas de influencia impedía la participación de Estados Unidos en las zonas asignadas a otras po– tencias, lo que atentaba: contra el emergente rol mundial a que ge aspiraba. Enseguida, la distribución de zonas de influencia restringiría a 'Estados Unidos básicamente al desempeño de un rol en América • Para un análisis de las posiciones soviéticas y americanas al tél'llÚno de la guerra, Arthur Schlesinger Jr.: "Origins of the Cold Mar", En ibid. pp, 401-431.

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