Panorama de la política mundial
PANORAMA DE LA POlíTICA MU!'\I)IAL más de 3 millones de mulatos e hindúes. En Rhodesia, el gobier– no de Ian Smith mantiene una desigualdad todávÍa mayor, pues– to que de una población de 6.300.000,. no alcanzan a trescientos mil los blancos. No es dlifícil comprender entonces que el ''t,\part1heid'' se haya convertido en el símbolo retrógardo de la dominación colonia– lista, según 10 ha denun.ciado el nacionalismo continental africano, el cual ha surgido y se ha desarrollado precisamente como una l"eSpuesta agresiva frente a este intento de los blancos de defender su preemi– nencia y presencia en Africa Austral. Felizmente, respecto a la ex Africa del Sudoeste, antigua colonia alemana, denominada Namibia, por Naciones !Unidas, la intransigente posición die la República de Sudáfrica est;í en vías de modificarse. Habiendo recibido este territo– rio como Mandato de la Sociedad de las Naciones, primeramente, Sud· lÍfrica ha desconocido las decisiones, tanto de Naciones Unidas como de la Corte Internacional die Justicia de La Haya, que reiteradamen– te piden y exigen dar independencia a Namibia y sus habitantes, de acuerdo a los fines establecidos para este fideicomiso. En relación a la actual GeograHa Política de Africa, en 1976 loo países independientes son cuarenta y ocho, pudiendo reducirse a cua– renta y siete si se unen las Islas del Cabo Verde con. Guinea Bissan en una sola entid'ad política, o aumentarse a cuarenta y nueve si acaso esto no ocurre, y, por otra parte, el Sahara español no se in– corpora a Marruecos y constituye un nuevo país independiente. Asi– mismo hay que considerar las intenciones de los habitantes de las Islas Comoras, los que en 1975 efímeramente se independizaron, ¡pero fue sofocado su movimiento por tropas francesas. Calificando como dependencias estables o colonias propiamente ta– les, sin pretensiones de autonomí'a, las únicas colonias restantes ue Jos países europeos en Africa son 4, 'a saber: 1) Las islas británicas del Atlántico, 5anta Elena, Ascensión, Tristán d'Acunha e islotes; 2) El Territorio de los "Afars y de los 1ssas", antigua Somalía fran· cesa; 3) La isla Reunión, que jurídicamente no es una colonia, sino que constituye un Departamento de Ultramar de Francia, y 4) Las islas Madeira, las cuaJes a pesar de tener firmes lazos con Portugal han sido objeto de presiones independentistas con ocasión de los últimos acontecimientos políticos de la metrópoli. Cabe advertir que no CO:1- sideramQs como colonias a las Islas Canarias, ni a los fuertes de Me- 1illa y Ceuta, islas Chafarinas y Alhucenas, ni al 'Peñón Vélez de la Gomera, por su grado de asimilación histórica con la Madre Patria española. Tampoco a la isla Socotora, ubicada frente al cabo de .2.20
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