Panorama de la política mundial

Federico Marull B. I J~A EVOLUCIÓN POLÍTICA DE AFIUCA DESPUÉS DE ANCOLA africana (omo digna de ser incluida entre las 21 civilizaciones que /él mencionó. Sin embargo. los reinos o "imperios" primitivos como los de Ghana, Mali, Songhay, Bornú y el de la región del Zambeze, donde resi,d1ia el Gran Monomat,a,pa, merecen ser objeto de una .ma· yor consideración y estudio. Infortunadamente no abundan los testi– monios, excepto las misteriosas construcciones ciclópeas en piedra de los "zimbawes" de &hodesia y los maravillosos "Bronces de Benin" en Nigeria". Solamente a través de los cronistas árabes se cuen– tan con fuen'tes documentales para la investigación histórica del Africa nativa desde la antigüedad grecolatina hasta La irrupción y reconocimiento musulmán y europeo en épocas medievales y moder– nas, respectivamente. Cabe considerar que fue en el Africa donde floreció una de las más importantes civilizaciones en los albores de la Historia, la egip– cia. Aun cuando esta civilización tuvo estrechos contactos e influen– cias mediterráneas y asiáticas, por lo cual no es considerada en el contexto histórico africano, debemos detenernos a analizar no sólo la condicionalidad geográfica que se revela en el arte egi'pcio, pleno de motivos africanos de su flora y fauna, sino también en las recípro– cas influencias que a lo largo del Nilo, del Sudán y Kordofán, se recibieron y transmitieron desde y Ihacia los pueblos africanos del interior del continente. Ceremonias litúrgicas, el culto de los muer– tos, los tocados reales egipcios, se han reconocido en pueblos tan ale– jados como los "yorubas" de Nigeria () los "watusis" de sub-raza ni– lÓtica. Como habíamos señalado anteriormente, los grandes obstácu– los naturales de los bordes montañoso,s y el Sahara !habían constituí.., do barreras para el conocimiento y expIor,ación de Africa sudsaharia– na. La Geografía retrasó e impidió el acceso y quizás el desarrollo de imperios nativos ¡poderosos. Durante la L\ntigüedad los famosos periplos de los navegantes fenicios y los relatos die Heródoto, ha– ciéndose eco de las fábulas sobre pigmeos que le disputaban la co– mida a Las grullas, nos hacen llegar las primeras informaciones "his– tóricas" so·bre este continente oscuro, negro, no por sus habitantes sino por absoluto desconocimiento que de él se poseía. Era "A-frica", así !bautizada por griegos, como el país sin frío, de A= sin y prí– ké=frio, como las ignotas regiones que se extendían más al .sur de las costas mediterráneas. Los romanos manifestaron interés ¡por reco– nocer e incluso dominar el interior del continente oscuro. Luego de derrotar a Cartago en la actual Túnez y apoderarse de Numidia, Ci– renaica y Egipto, los romanos enviaron dos importantes expedicio– nes por la ruta del Fezzan (Libia) y mantuvieron contactos comer- !2I3

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