Panorama de la política mundial

Federico ¡11{/ntll B. / LA EYOLUClÓN POLÍnCA DE AFRICA DESPuis DE ANGOLA después ,ete la Primera Guerra Mundial en 1919, había e01tregado sus colonias a Francia y Gran Bretaña. Prácticamente, entonces, estas dos grandes potencias dominaron casi todo el continente "oscuro", siendo la's principales beneficiarias de la política expansiva, consti– tuyendo así poderosos y extensos imperios coloniales. Otras naciones europeas, por haber llegado tarde al "reparto de Africa", cuyas re– glas del "juego" fueron estipuladas en las conferencias internaciona– les de Berlín, debieron conforma'l'se con menores extensiones terri– toriales. Ese fue el caso de ¡Italia y Alemania. En ese mapa colonial de Africa, la peque,ña Liberia y el antiguo Reino de Etiopía, ambos independientes, fueron la excepción a la regla. Aúnl más, en 1936, quedó únicamente Liberia como nación soberana, pues el reino etío– pe fue invadido y dominado por Italia. En la actualidad observa– mos que, al revés que en 1945, la Geogra:fía 'Política Africana pre– senta un panorama exactamente distinto y opuesto. Hoy virtual– mente no quedan colonias al haber obtenido su independencia po– lítica casi medio centenar de países. Casi todos, al independizarse de sus respectivas metrópolis, adoptaron la forma republicana de gobierno. Solamente Burundi, Libia, Lesotho y Ngwane adoptaron el régimen monárquico, quedando ahora. sólo Lesotho y Ngwane co– mo reinos, al transformarse en repúblicas Libia y Burundi. La ma– yoría de las naciones africanas se han declarado partidarias de ins– .ti tuir gobiernos que pueden calificarse de izquierdistas, con un fuerte contenido nacionalista en todos los casos, sean moderados o agre– sivos. Sin embargo, en toda Africa se han manifestado tendencias personalistas, golpes y cuartelazos, con todos los matices propios de una manifiesta inmadurez política tanto de gobernantes corno de gobernados. ilnteractúan en este proceso odios raciales y tribales, diferencias religiosas y dialectales, junto a influencias e intereses económicos foráneos, y todo ello dentro del contexto de los periódi– cos esfuerzos que se realizan en pro de la. unidad africana; continental. Creemos que en la futura "africanización" de Africa se encuentra la clave de un desarrollo firme y sostenido, que supere la inestabilidad polí!tica y la aún prevaleciente dependencia cultural y económica. Analizaremos a oontinuación los rasgos más distintivos que permi– tan comprender mejor las variables que operan en el mapa político africano actual, a la vez que tra~atremos de demostrar la inexactitud : de las imágenes erróneas que aún persisten sobre su realidad histó– rico-geográfica. :1.07

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