Panorama de la política mundial
PANORAl\rA DE LA POLÍTICA MUNDIAL época, tan pronto el Japón recuperó la independencia, su opinión públlCd comenzó a ocuparse del asunto y consideró que debía re– visarse el Tratado. Como dice Morinosulke Kajima: l ; "El objeto de la revÍsión fue colocar las relaciones nipo-norte– americanas sobre bases de mutua conveniencia, es decir, tra:llsformar un tratado en el que 'los Estados Unidos son responsables de la defensa del Japón', en un acuerdo defensivo en el que la defensa del Japón sería 'una responsabilidad conjunta d.el Japón y de los Estados Unidos' ". Tres eran los principales puntos en discusión; 1) el tratado no tenía fecha de término; 2) Estados Unidos podía usar sus fuerzas en caso de disturbios internos japoneses, a petición del gobierno lo– cal; 3) podía usarlas, asimismo, para mantener la paz y la seguridad de cualquier parte del Lejano Oriente, sin consult~ previa con Ja– pón. Después de largas conversacion.es, el 19 de enero de 1960 se firmó un nuevo acuerdo. Su aprobación en la Dieta japonesa motivó largas demostraciones naciol1lales, bajo la inspiración de socialistas y co– munistas, y si bien es cierto que el uatado fue aprobado, el am– biente de antipatía existente impidió que el lP'residente Eisenhower visitara Ja:pón para conmemorar los 100 años de relaciones entre los dos paises, luego del incidente de su secreti(l~'io de prensa Ha– gerty. A la oposición al Trata,du se sumaron conocidas figuras del partido Demócrata Liberal, entre ellas Takeo Mi.ki. Al nuevO' tratado se le fijó un período de 10 años, pudiendo ser renovado" y se le insertaron cláusulas pata dar a Japón los mism03 derechos que a los Estados Unidos. Debe rewrdarse, en especial, el sistema de consulta relacionado con la disposición de armas nu– cleares y la llamada "cláusula económica", para fomentar, además de la asistencia militar, la cooperación política y económica. En 1970 se cumplió el primer período de 10 años y ninguno de los dos paises manifestó su deseo de poner término al trata..do, por lo que continuó vigente. Dos años después, en 1972. el gobierno del Presidente Nixon devolvió la isla de Okinawa al Japón, como cul– minación de una tenaz campañ'a llevada a cabo por el Primer Mi– nistro ,Eisaku Sato. Fue uno de los momentos cumbres en la amistad nipo-norteamericana, y sirvió para hacer olvidar dos golpes del go– bierno de íNixon a ese país, dos "shooks" o "shokus", como se decía por esos dlas en Tokio. .. ';A 'brief dil)li:lm~tic history of Modem Japan", Tokio. 1965, p. 99. I46
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=