Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4

LA INTERNACIONALlZAC¡ÓN DE LAS EMPRESAS LATINO,\MERlCANAS de expansión internacional que se explican en buena medida en la excepcional personalidad de algunos empresarios, como el boliviano Simón Patiño, que compró en 1894 su primera mina de estaño; ha– cia principios de siglo ya controlaba el sector en Bolivia, y poco después se había convertido en la figura principal de la industria del estaño en Afríca, Asia y América Latina, liderando los carteles internacionales en los a'ños 20 y 30 11 , Sin embargo, la internacionalización de las firmas latinoamerica– nas aparece como una tendencia significativa recién en los últimos 15 años. Durante las tres décadas posteriores a la crisis del 30, las políticas de industrialización aplicadas en la región, los efectos de la guerra y de la posterior recuperación de los países industrializa– dos, así como la conformación resultante del comercio internacional, no favorecieron la expansión externa de las empresas 10cales 12 • El aislamiento entre los países de la región se mantuvo o se acentuó. Algunos de ellos iniciaron procesos sustitutivos de importaciones, en el marco de políticas proteccionistas y controles cambiaríos, lo que generó fundamentalmente oportunidades de inversión interna sobre las que se volcó gran parte del ahorro interno, y especialmente, des– de los años 50, el capital extrazonal. A principios de la década pasada emergen diversos factores que, en conjunto, dan lugar a un contexto diferente para la participa– ción económica internacional de América Latina. Comienzan a di– fundirse estrategias nacionales de industrialización tendientes a lo– grar una mayor integración y autosuficiencia en el aparato produc- II En 1908 Patiño estableció una oficina europea en Hamburgo, y comenzó a comprar acciones de la firma Zinnwerke-'Vilhelmburg, refinadora de sus minera– les, presionándola con la posibilidaid: de cambiar de comprador para su produc– ción. En 1914 trasladó el centro de sus operaciones a Inglaterra, y a fin de do– minar el imperio de fundiciones británico, dominado por la firma Williams, Hal'– vey & Company, se asoció con la segunda empresa consumidora de estaño en el mundo, The National Lead Companyde ,Estados Unidos, absorbiendo a la em– presa británica al poco tiempo, luego de obtener una participación del 50% bajo la amenaza de construir su propia fundición. En seguida, Patiño y sus so– dos establecieron una subsidiaria en Estados Unidos, luego convertida en el holding de sus operaciones mundiales: en 1930, la Consolidateid: Tin Smelters Ltd. alcanzó a ser la empresa de fundición de estaño más importante del mun– do. Véase M. S. KLEIN, The creation of the Patiño Tin Empire, en Inter-Ameri– can Econ.omic Affairs, vol. 19, 1965, N9 2, pp. 3-33. 13 Véase Carlos DiAz ALEJANDRO, "Inversión extranjera directa por latinoame– ricanos", en Integración Latinoamericana, N9 4, julio 1976, p. 5. 89

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