Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4

EL MOMENTO ACTUAL DE LA OOOPERAClÓN E h'lTECRACIÓN••• I R. Barros Charlin piezas, conjuntos y subconjuntos por un valor anual de aproximada– mente IUS$ 18.000.000. Con este convenio se integraba los vehículos chilenos con productos argentinos y viceversa, sin necesidad de un gasto adicional de divisas para este objeto entre ambos países. Este tipo de complementación se puede llegar a aplicar también a ciertos productos de bienes de capital, siempre que las industrias que participen cuenten con personal, equipos, tecnologías y materias primas de similar nivel y calidad. En esta complementación el uso de normas y el control de calidad y la inspección de recepción de las partes deben realizarse rigurosa– mente con los mismos criterios y métodos. La especialización que cada industria alcanza en la fabricación de determinadas partes le permite participar con ellas en el mercado de reposición, o sea, ofrecer en los dos países y en terceros repues– tos par,a el producto terminado. Así conquistan nuevos mercados que les permiten producir en mayor escala y, consecuentemente, competir económicamente en esos mercados. El sector metalúrgico-metalmecánico es talvez el que se presta más para la complementación industrial a nivel de empresas. Los países con menor desarrollo tecnológico saben que para es– tablecer una industria, cualquiera que' sea su objetivo de produc– ción, el pafs.necesita una infraestructura tecnológica básica metalúr– gica-metalmecánica. Esto es evidente, porque no hay industria sin equipos y éstos requieren de mantención, repuestos y renovación, que. les proporcionan las industrias metalúrgicas y metalmecánicas. De aquí que se aprecia. el interés de países de menor desarrollo tecnológico por alcanzar al más breve plazo dicha infraestructura y buscar al país que pueda entregarles tecnologías adecuadas al pro– ceso de industrialización que necesitan. Chile; en este aspecto, es un país que puede ofrecer, en una amplia gama de productos, tecnologías básicas indispensables para otras más avanzadas. Sin desmerecer el desarrollo tecnológico de otros países, Chile está en condiciones de proporcionar, por ejemplo, a ,todos los países de la Subregión Andina tecnologías en algunas producciones rpetalúrgicas-metalmecánicas, como también recibir de ellas otras tecnologías convenientes para su desarrollo. Hay otros modelos de complementación, en que las empresas se asocian con aportes, como: tecnologías, matricerías, equipos, perso– nal especializado e inversiones y en algunos casos se inician también enviando partes terminadas y lo semiterrilinadas. 50

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