Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4

EL MOMEN1'O ACTUAL DE LA OOOPI1RAClÓN E INTEGRACIÓN••• J R. Barros Charlin dón similar a la anterior sucedió en la Comisión de Coordinación con la abstención de cuatro paIses. También se incursionó en el ámbito del otorgamiento de un margen de preferencia zonal para el universo de los productos ori– ginarios de estos países, y que funcionaría en carácter experimental durante el período de transición, proyecto aprobado por nueve paí– ses; los otros países establecieron un sistema de excepción, pero, en general, compartieron la idea de incorporar un margen de prefe– rencia. También se hizo mención en dicho período de sesiones a la ne– cesidad de determinar con precisión el régimen legal de los produc– tos nuevos a negociar, sugiriéndose que la inclusión de ellos debería realizarse sin restricciones no arancelarias, contemplando limitadas excepciones y que en relación a los productos ya negociados no se incorporaran otras restricciones distintas a las que estuvieran vigen– tes y declaradas en el momento de la negociación. Como es sabido, ésta es una norma fundamental para preservar el espíritu de la con– cesión. Este rápido análisis de algunas propuestas que los países hicie– ron en relación a los instrumentos del programa de liberación y el resultado de las votaciones de esta materia en el Decimoquinto Pe– ríodo de Sesiones Ordinarias de la Conferencia, podría llevar a una equivocada apreciación sobre el grado de aceptación que éstas tu– vieron en el ámbito comunitario de la Asociación. ¡En efecto, como una forma de determinar aquellos aspectos crí– ticos de las Negociaciones Colectivas, las Partes Contratantes ubica– ron cuatro órdenes de materias, a las que se denominó genérica– mente como "paquete negociador": - Programa de liberación; - Tratamiento diferencial de acuerdo al grado de desarrollo de los países; - Situación de los países de menor desarrollo económico relativo; y - Acuerdos por pares o grupos de países. En la consideración de estas materias se fue apreciando que las representaciones difÍeren sustancialmente en sus apreciaciones. Así. por ejemplo, el tratamiento diferencial contó con objeciones por parte de uno de los países de mayor desarrollo económico relativo, en tanto qu~ otros pai&es encontraron dificultades en aprobar, den-

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