Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4

PARTICIPACiÓN DE CHILE EN ESQUEMAS BILATERALES Y MULTILATERALES... En años recientes, se han llevado a efecto reuniones periódicas de estos órganos bilaterales con Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Se ha procurado establecer un esquema institucional relativamente similar con la creación de órganos mix– tos permanentes en cadá uno de los países como medio para imple– mentar los acuerdos y recomendaciones adoptados en sus reuniones. En el campo económico-comercial sus resultados pueden conside– rarse positivos aunque no espectaculares. En efecto, se ha logrado en forma más rápida y eficaz la solución de problemas que afectan el intercambio comercial, creación de mecanismos financ:eros para el comercio recíproco (otorgamiento de Hneas de crédito entre Bancos Centrales), solución de problemas de transporte bilateral, acuerdo sobre asistencia técnica en áreas de importancia económica y social. En el campo de las negociaciones comerciales como política ge– neral no se pretende, a través de estos órganos bilaterales, la crea– ción de tratamientos preferenciales discriminatorios a través de ven– tajas arancelarias, compromisos de compras estatales o establecimien. to de cuotas. Se busca que los acuerdos alcanzados en estas Comi– siones tengan la mayor compatibilidad con la política económica na· donal y que no se conviertan en factores de entorpecimiento o dis– torsión de la correcta aplicación de esa política. Para una real apreciación de la política de comercio exterior de Chile puede señ-alarse que su carácter no es bilateral, por el contra– rio, es de carácter universal. No pretende el equilibrio de la balanza comercial con cada uno de los países, ni menos adoptar acuerdos sobre comercio compensado. Considera que las mayores ventajas del comercio internacional se obtienen a través de mecanismos no dis– criminatorios por país, por sector o por región. Plantea una política de apertura al comercio exterior, sin restricciones, con una política arancelaria que tiende a otorgar niveles similares de protección efec– tiva a todas las actividades productivas nacionales. Dentro de ese marco no cabrían por lo tanto acuerdos bilatera– les con preferencias arancelarias o compromisos de compra a nivel gubernamental o establecer barreras discriminatorias al comercio con terceros países para favorecer al país contraparte. 23

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