Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4

PARTICIPACIÓN DE CHILE EN ESQUEMAS BILATERALES Y MULTILATERALES... fecha no ha sido convocada. Antes de la consideración de cualquier materia, debería esta Comisión establecer un reglamento para su fun– cionamiento. Las condiciones existentes en el Acuerdo de Cartagena después del retiro de Chile, abocado a la modificación de sus prin– cipales instrumentos y luego a la larga y difícil negociación del Pro– grama Automotriz, posiblemente no han dado tiempo y oportuni. dad para pensar en convocar a la Comisión chileno-andina. Por otra parte, tampoco se vislumbran, desde el punto de vista chileno, temas urgentes a tratar que no puedan ser abordados bilateralmente con cada uno de los países andinos. En todo caso, su convocatoria requiere del consenso de los países que integran dicha Comisión, y la definición de una Agenda específica para su primera reunión. El intercambio comercial de Chile con la Subregión Andina no ha sufrido variaéiones significativas luego del retiro de Chile. Al comparar las cifras de enero-agosto de 1976, cuando regían las ven· tajas arancelarias del Pacto Andino, con los mismos meses del año 1977, se observa que las exportadones chilenas, destinadas a países de la Subregión Andina, aumentaron desde aproximadamente us$ 90 millones a us$ 95.5 millones. Las importaciones, en los mismos pe– ríodos comparados, crecieron de us$ 140 millones a us$ 173 millones. El intercambio comercial de Chile con Bolivia, ColombIa y Ecua– dor ha mantenido su nivel y estructura similar al año 1976. Respec– to de Perú y Venezuela se,aprecian algunas variaciones de relativa importancia. En el caso del mercado peruano se aprecia una dis– minución de las exportaciones chilenas que en un 25'% que podría ser atribuido a la desaparición de las ventajas arancelarias del Pacto Andino. Las importaciones procedentes del Perú aumentaron espe– cialmente por las compras de azúcar, zinc y Lbras acrílicas. Las exportaciones chilenas a Venezuela experimentaron en el año 1977 un relativo crecimiento debido a ventas de frejoles, maderas y casas prefabricadas. El aumento de las importaciones obedece a ma. yores compras de petróleo crudo. Las cifras anotadas demuestran que el comercio con la Subregión se mantiene dentro de los niveles normales sin que haya sido afec– tado por la pérdida de las ventajas arancelarias. Si se considera que las exportaciones incentivadas por los mecanismos del Acuerdo de Cartagena representaban aproximadamente un 20% del total a la Subregión, habría podido esperarse una caída en esa proporción. Sin embargo, el único mercado que acusa una disminución es el paua- 21

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