Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana: volumen 4
ALGUNOS ASPECTOS DE LA INTEGRACIÓN FINANCIERA LATINOAMERICANA como resultado de un proceso de integración como el de ALALC. Se trata que los déficit de balanza de pagos no se traduzcan en limita– ciones al proceso de integración. El mecanismo se basa en líneas de créditos que se conceden mutuamente los países miembros. En la actualidad, los recursos canalizados a través del Acuerdo ascienden a us$ '150 millones (us$ 120 millones de aportes ordinarios y us$ 30 millones aportados extraordinariamente por el Banco Central de Ve– nezuela). Para hacer uso del sistema se requiere que el país tenga un déficit global en su balanza de pagos, que experimente un dete– rioro de su posición en la compensación zonal y que enfrente una insuficiencia de reservas internacionales. El sistema es administrado por el Banco Central de la Reserva del Perú, el que actúa como banco .agente, al igual que en d Sistema Multilateral de Pagos. ,En 1976, Perú recurrió dos veces al Acuerdo por u&$¡ 15,7 millo– nes y us$ 12,9 millones, respectivamente. También lo hizo Uruguay por un monto ascendente a us$ 7,3 millones. Esto hace que desde su creación hasta 1976, se haya utilizado el Acuerdo en 11 ocasiones 16 • El Acuerdo de Santo Domingo constituye, a nuestro juicio, un in– teresante mecanismo complementario del Sistema de Pagos regional. Su simplicidad de funcionamiento y el hecho que no opere a base de tasas subsidiadas de interés, hacen que sea un mecanismo que trabaje en forma eficiente. Su limitación fundamental se refiere al hecho que opere básica– mente en función de deterioros en las balanzas comerciales regiona– les de los países miembros, dejando de lado la situación de balanza de pagos global. Sin embargo, para que operara a base de situaciones de balanza de pagos global, se requeriría un cambio cualitativo en su orientación. En efecto, debería controlarse que los países tomen las medidas adecuadas para solucionar sus desequilibrios. También, debería en este caso funcionar a base de plazos más largos para fi· nanciar todo el proceso de ajuste. Se puede (Ol1c1uir que el alcance limitado que posee este mecanis· mo es una buena razón para su funcionamiento eficiente. Objetivos más ambiciosos podrían llevar, por el momento, a entrabar su fun· cíonamiento. 4.2. El Fondo Andino de Reservas) establecido en 1976, constituye el paso siguiente al Acuerdo de Santo Domingo, pero referido a los países miembros del Pacto Andino. En efecto) su objetivo fundamen- '"Informe anual BlDjL.'1TAL, op. cit., pág. 118. 159
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