Estudios sobre la reestructuración de ALALC
R.ll'l!Jlmdo Barros Char/ín / INTRODUCCiÓN completo aiagnóstico de los diversos aspectos de la problemática de la Asociación. Los documentos de base referentes a dicho diagnóstico y los análisis efectuados, coinciden en que las dificultades registradas hasta el presente no se han debido única o principalmente a las características de los mecanismos que se diseñaron y emplearon, o a problemas que puedan solucionarse con ajustes en la estructura actual, sino que en lo sustancial responden a causas más profundas que han llevado a una difuncÍonalidad generalizada de la estructura de la Asociación. En estos términos, perse– verar en los esfuerzos de integración significa una revisión de la estructura de la ALALC y de los principios básicos que la inspiraron". Por su parte, la Resolución 410 de! Comité Ejecutivo Permanente apro– bada en diciembre de 1979, convoca a las Partes Contratantes a dos reunio– nes de carácter negociador (segunda quincena de marzo y primera quincena de mayo de 1980, respectivamente), y a una Conferencia Extraordinaria de alto nivel gubernamental (segunda quincena de junio de 1980). En la última semana de julio de 1980 culminará el proceso de reestructuración de ALALC cuando e! Consejo de Ministros apruebe y suscriba los instrumentos jurídicos del nuevo esquema de inte– gración regional, en base a los acuerdos alcanzados en la Conferencia Extraordinaria precitada. SI se observan los temas previstos a ser tratados en las sucesivas reu– niones aludidas vemos que coinciden, fundamentalmente, con los desa– rrollados en la presente publicación. 3. El primer tema analizado en la obra concierne a la proyección de ALALC como un marco de preferencias arancelarias. El autor, Gonzalo Valdés Budge, después de recordar los elementos comerciales básicos de ALALC señala que: "la negociación de preferencias arancelarias discrimi– natorias es, sin embargo, desde un punto de vista económico más fácil que la negociación de preferencias bajo la cláusula de la nación más favo– recida". No por ello deja de reconocer el señor Valdés las dificultades inherentes a este último sistema. Si nos atenemos. a distintas manifestaciones de voluntad, expresadas por los países en diferentes épocas, vemos que la idea del establecimiento de un margen de preferencia latinoamericano que permita elevar el inter– cambio comercial recíproco a los más altos niveles posibles, jamás ha estado ausente del debate integracíonista. Ya en octubre de 1958 los embajadores latinoamericanos acredita– dos ante el Brasil firmaban una Declaración Conjunta destacando la in– tención de estructurar un sistema de preferencias tarifarías regionales. En abril de 1959 se reunían en Santiago de Chile, convocados por la CEPAL, un grupo de consultores en política comercial que aprobaron un anteproyecto de acuerdo de zona de libre comercio para ser sometido a la consideración de los gobiernos latinoamericanos. El hecho de que, en ese entonces cuatro países de la región eran miem– bros del GATT Y que dicha institución no preveía, dentro de las excepciones 11
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