Las relaciones entre los países de América Latina

LAS RELACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA dos bloques antagónicos, dirigidos por Estados Unidos y la Unión Sovié– tíca 66 . América Latina pasó a formar parte del sistema militar occidental y tanto el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) como diversos Pactos Militares bilaterales fueron amarrando sus fuerzas ar– madas al Pentágono. El armamento, los uniformes y el adiestramiento fueron proporcionados por el modelo estadounidense. Las misiones militares europeas dejaron de tener vigencia. En estas condiciones, las rivalidades intrasudamericanas quedaron sumergidas y surgió un común problema: cómo lidiar con el poderoso vecino del norte. Y, en lineas .gene– rales, se llegó a la convicción que era conveniente reforzar los orga– nismos americanos como la OEA como un medio de establecer relaciones más armónicas con Estados Unidos. El Sistema Interamericano fue visto, por muchos, como una alianza por la cual los países latinoamericanos apoyaban la política internacional de Washington a cambio de seguridad militar y ayuda al desarrollo económico. Un elemento tácito .vigente en la alianza era un respeto a la autonomía nacional y el rechazo á. las inter– venciones unilaterales. En otras palabras, el Sistema Interamericano no reconocía el derecho de Estados LJnidos a ocupar todo o parte de un esta– do latinoamericano cuando surgían diferencias políticas 67 . Los bloques diplómatico-militares integrados por Brasil, Chile, Colombia y Ecuador, por una parte y por Argentina, Bolivia y Perú, por la otra, perdieron importancia al convertirse Estados Unidos en el poder dominante en el continente. Incluso la posibilidad de hacer la guerra quedó descartada ya que el armamento era proporcionado por EE.UU. y era ese país quien podía dictaminar. el grado de poder militar de un estado. El intento argentino de seguir una ruta autónoma, en materias económicas y militares, terminó en el desastre financiero; el régimen de Pcrón fue derrocado en la década del 1950 Y sus sucesores alinearon firmemente a su país en la órbita norteamericana. La constatación del desnivel de potencial bélico frente al Brasil, armado por EE.UU. fue un factor deter– minante en el cambio de la orientación diplomática. El dominio norteamericano fue completo entre 1945-58. A finales de la década del 50 había resurgido Europa Occidental como una potencia económica y el General De Gaulle, Presidente de Francia, commzaba a insinuar una política exterior autónoma de Estados Unidos. En ese mismo período comenzó el derrumbe de las dictaduras, dirigidas por caudillos militares aliados de la Casa Blanca. El viaje del Vicepresidente Nixon fue una demostración palpable del grado de impopularidad que había llegado la política exterior de Estados Unidos en el continente. Finalmente, el triunfo de Fidel Castro, en Cuba, sepultó el dominio abso- as Ver André Fontaine Historia de la· Guerra Fría. Ed. Luis de Caralt, Barcelona, España, 1970, pp. 315-360. 67 Ver John C. Oreier La Organización de Estados Americanos, Ed. Indice, Buenos Aires, 1962, pp. 24-60. 9 0

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