Las relaciones entre los países de América Latina
LAS IUlLACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA Las clases dirigentes abjuraron de su ser nacional y trataron de ade· cuarse a una realidad ajena confiando en que la simple copia les permi– tiría convertir a sus pueblos en modernos. Por eIJo la adopción formal de los principios liberales pero sin cambiar realmente las bases de la estruc– tura social hispánica heredada de la colonia. Por ello que la políti– ca se tornó en algo incomprensible para el extranjero. El lenguaje imitaba a los modelos europeos pero la realidad era otra. Los "princi– pios" dejaron de tener asidero real. Así, por ejemplo, los juristas copia– ban constituciones de Estados Unidos o de Europa aspirando a que la simple adopción de un documento legal llevaría al desarrollo de esas regiones. La ley fundamental no guardaba relación con la situación cotidiana. El derecho político no era una norma a la cual se le exigiera cumplimiento era, apenas, una aspiración, una meta ideal 36 • En Ámérica Hispana se pregonaba la democracia y regía ergobierno oligárquico. En materia de educación se trataba de aplicar los conceptos franceses o ingleses a una realidad cultural que tenía raíces distintas. En estas condiciones se fueron creando dos países dentro de un mismo estado. Uno blanco, mentalmente sometido a Europa, elegante y que dominaba idiomas, que manejaba el gobierno y la economía 36 y otro mestizo, mulato, indio o negro, con escasa educación, pobre y que se sentía desligado de sus clases dirigentes. La mentalidad de "euro– peizar" a nuestros países llegó al extremo que la palabra "indio" fue sinónimo de insult0 37 • En otras palabras, se pasó de un extremo a otro. Como la mentalidad de cruzada en defensa de la fe católica hundió a España había que adoptar las corrientes intelectuales y las manifestaciones culturales del racio– nalismo europeo. Pero se copió lo externo y no se absorbió lo má~ importan– te: la capacidad para pensar, para tener iniciativa, para dar libertad a la capacidad creadora del ser humano. En América Hispana no se creó un pensamiento político o económico propio, apenas se imitó malamente lo que triunfaba en otras latitudes. Y esto chocaba con una realidad que era mucho más rústica, más atrasada, más bárbara que la situación en Europa. Y el caudillo interpretaba, en gran medida, una situación propia de países en formación 38 • Y durante el siglo pasado la pugna entre caudillos y oligarquías constituyó uno de los focos principales de tensión polítiCa en los países hispanoamericanos. Es conveniente señalar que no en todos lados se dio exactamente el mismo tipo de enfrentamiento. En algunos, como en Chí- 36 Ver Federico Gil Instituciones y Desarrollo Político en América Latina. Ed. ¡NTAL, Buenos Aires, 1966, pp. 32-38. 36 Ver Jacques Lamben O~ Dois Brasís. Companhia Editora Nacional, Sao PauJo, 1976, pp. 85-121. 37 Ver Gustavo Beyhaut Rafees Contemporáneas de América Latina EUDEBA, Buenos Aires, 1964, pp. 56-72. 38 Ver Lambert America. ... op. cit..pp. 271-296.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=