Las relaciones entre los países de América Latina
Alberto Sepúlvecki A. / LA DINÁMICA DEL EQUIUBRIO DE PODER EN SUDAMÉRICA ... américa. Se trataba de regiones pobres, fundamentalmente agrícolas y alejadas. En la práctica tenían autonomía desde mucho tiempo atrás debido a la debilidad del aparato burocrático de la Corona en tan modes– tas colonias. En el Paraguay, la influencia de las misiones jesuitas le confirió una cierta particularidad, el idioma guaraní fue conservado en el uso diario y surgió un pueblo distinto al habitante de Buenos Aires, del Alto Perú o del Brasil 31 . En lo que a Chile respecta se encontraba .enmarcado en un valle acordonado por la Cordillera de los Andes, se– parado por desiertos del Perú, ubicado al sur de América, con las espaldas en el Pacífico y guardando la frontera frente al mapuche, uno de los pueblos de "indios bravos.. 32 • Por estas razones el nacionalismo paraguayo y chileno fluyó como algo natural y de ahí la relativa estabili– dad política de ambas regiones. El proceso de integración social que se venía produciendo bajo la co– lonia cesó. Es sintomático que, en general, los indígenas americanos apoyaron a los realistas durante las luchas de la independencia 33 . Consolidada la separación de España los criollos se convirtieron en las oligarquías y en torno a ellas aglutinaron países. Pero para ello debieron de obtener el triunfo por sobre los caudillos que habían surgido en las luchas de la independencia. El caudillo .era un líder carismático que se apoyaba en las masas de mestizos, negros o indígenas para alcanzar el poder. Para ello debía mostrar habilidades que lo identificaban con el hombre de pueblo; era valiente, buen soldado, rudo y excelente jinete. Su estilo chocaba con las oligarquías que consideraban como modelos a seguir el comporta– miento de las clases dirigentes de Gran Bretaña o de Francia. Durante gran parte del siglo pasado la historia de América Española fue la pugna entre caudillos populares, y las aristocracias que aspiraban a "civili– zar" las ignorantes masas populares. Fue la lucha entre lo que Sar– miento llamó "Civilización o Barbarie"a4. En algunos casos el cau– dillo de la oligarquía, como Rosas en Argentina, adoptaba los hábitos del hombre de pueblo, ya que de su lealtad dependía su ascendiente en el país. Las oligarquías rechazaron la tradición cultural española por con– siderarla atrasada y se produjo la difusión de los valores franceses o británicos. Lo moderno venía de Europa, el atraso de España o del pueblo hispanoamericano. Se produjo entonces una extraña situación. 31 Ver Efraín Cardozo Breve Historia del Paraguay. ElJDEBA, Buenos Aires, 1965, pp. 21-46. 32 Ver Mario Barros: Historia Diplomática de ,Chile. Ediciones Ariel, Barcelona, España, 1970, pp. 16-27. 33 Ver Jacques Lambert América Latina. &l. Arie!, Barcelona, España, 1970, pp. 124-126. H Ver Domi~go Faustino Sarmiento Vida de Juan Facundo Quiroga. &l. Brugera, Barcelona, España, 1970, pp. 269·330.
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