Las relaciones entre los países de América Latina

Alberto Sepúlveda A, / LA DIN,\MICA DEL EQUILIBRIO DE PODER EN SUDAMÉRICA, . , Generalmente cuando se analiza la realIdad latinoamencana se olvida que hace menos de 500 años no existían europeos en América del Sur, }' apenas unos reinos indígenas, muy distantes unos de otros, irradiaban alguna semblanza de estado organizado. De hecho, en Sudamérica, ape– nas se podría hablar de un estado quechua y de varias tribus que iban desde el primitivismo de los amazónicos o fueguinos hasta un cierto grado de desarrollo como los chibchas en la actual Colombia 6 . Hace quinientos años no existía América Latina y en este período de tiempo se ha producido un proceso .acelerado de fusión de pueblos, razas y culturas que aún sigue vigente. Todavía, en varios casos, las nacionali– dades no están consolidadas. Por ello gran parte de la inestabilidad sudamericana. Mal puede existir estabilidad política, o una clara per– cepción de los intereses nacionales -factor que es indispensable para esbozar cualquiera estrategia de poder- si existen fallas estructura– les. El nacionalismo sin la nación es apenas un juego intelectual, un simple raciocinio que sirve para generar ilusiones y sentimientos de grandeza. En el caso de Sudamérica dos son las influencias culturales dominan– tes: España, o mejor dicho Castilla, y Portugal. En ambos casos se produjo una importación de esclavos africanos para cultivar las tierras ocupando el blanco una posición de superioridad y, los puestos administrativos y la propiedad de las haciendas. La influencia africana en Brasil fue y sigue siendo de gran magnitud pese a que la esclavitud duró hasta los finales del siglo pasad0 7 . En la Sudamérica castellana existían, además, importantes contin– gentes de indígenas. En aquellos lugares donde el desarrollo cultural del indio había sido bajo, como fue el caso de los pobladores de Chile, Ar– gentina o Uruguay no existieron mayores problemas de asimilación a la cultura dominante. El "indio bravo", como el mapuche, no influyó mayormente en la sociedad colonial y el "indio manso" fue exterminado o asimilado a las labores serviles. El intercambio entre españoles e indias generó el mestizaje. La falta de prejuicios raciales en materia sexual, tanto entre españoles como portugueses, fue un factor que aceleró el proceso de cruce de raza~ . Sin embargo, en aquellos lugares donde se extendía la zona de influen– cia quechua o aymará' se mantuvo la existencia separada de dos culturas y no existió un proceso de mestizaje acelerado. Por otra parte el bajo nú– mero de hombres blancos, en las alturas andinas, implicó, en la práctica, que el impacto demográfico de los europeos fue relativamente escaso. Tanto españoles como portugueses prefirieron radicarse en las costas 6 Ver Gonzalo Rubio Orbe: "Colombia Indígena", en revista América Indígena, editada por el Instituto Indigenista Interamericano, 4· trimestre 1977 , México, pp, 1091-1108. {Ver Nina Rodríguez Os Africanos No Brasil, Companhia Editora Nacional, Sao Paulo, 1977, pp, 121-271. s Ver J. Haliro Ferguson: El equilibrio racial en América Latina, EUDEBA, Buenos Aires, 1963, pp. SO-52. 73

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