Las relaciones entre los países de América Latina

Fernando Moreno / LA TRANSFORMACIÓN POLITICA DE AMÉRICA LATINA la creencia optimista en el beneficio de! juego natural de las libertades en todos los campos. El mecanismo de fuerzas impersonales e imprevisi– bles produciría automáticamente resultados superiores a los producidos por un ensayo sistemático de dirección, del curso de los acontecimien- 1Os,,59. De esta forma, la vida y las estructuras sociales aparecen dotadas de una especie de "solidaridad espontánea" ligando a los hombres en la prosecusión de sus intereses o ideales personales y grupales 60 . En el plano económico, e! ideal liberal se expresó en la libertad de iniciativa o de empresa, cuyo móvil es el beneficio financiero o material, en la libre competencia comercial regulada sólo por la "ley de la oferta y la demanda". Esta "lucha libre" excluye toda interven– ción estatal -supuestamente perturbadora y disfuncional- que vaya más allá de un cierto arbitraje y del natural papel preservador que se le asigna al estado 61 . . En América Latina, e! postulado político del liberalismo, en relación a la no intervención estatal en la vida social, cuando ha operado lo ha sido en gran medida ideológicamente -es decir para justificar, en último término, el usufructo privado de "la cosa pública". La lucha doctrinal contra esta práctica tradicional, ha sido animada -al menos hasta los años sesenta- especialmente por la CEPAL, con su insistencia en la necesidad de planificar la economía y el desarrollo, y la indispensable intervención estatal que ello requiere 62 . Históri– camente, sin embargo, las "excepciones" a este principio liberal han sido frecuentes, ya sea para invocar la necesidad de la intervención estatal a nombre del orden, de la nación, de la seguridad interna o externa, de la justicia, de la libertad, del ideal socialista, o, en el plano económico, en vistas a promover la industrialización y el desarrollo. Correlativamente, el principio de libertad de iniciativa y de acción, ha: operado más en el campo económico que en la acción política, aun si la aplicación allí de este principio se ha hecho en general al interior de fronteras aduaneras relativamente protegidas en relación al mercado internacional. Así, si bien el liberalismo ha sido también en algún momento una referencia y motivación políticamente libertaria en América Latina (y ha sido, en este sentido, más doctrina que ideología), las determinaciones par– ticulares de sus principios fundamentales delimitan más bien una expresión híbrida, en que los principios que definen la ortodoxia han 59 Cf. L'évolution des rapports politiques depuis 1750. PUF, 1950, París, p. 108. 60 Cr. J. M. Albertini, Capitalismes el socíalismes ar épreuve. Econ. et Hum. Les Edit. Ouvr.• 1970. París, p. 40, en especial. 61 Que se convierta así en un "gendarme espectador". ef. G. Myrdal, The Political Element in the Deve/opment ofEconomic Theory. R. K. P., 1965, Londres, pp. 104·139. 02er. ECLA, Development Prob{ems in Latin America. Univ. ofTexas Pr., 1970, Austin, y, de R. Prebisch, Transformación y desarrollo. La gran tarea de América Latina. BID, 1970, Washington. 39

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