Las relaciones entre los países de América Latina
LAS RELACIONES ENTRE LOS PAísES DE AMÉRICA LATINA Finalmente, el pensamiento cristiano se ha expresado también en diversas formas. Como en el caso dd liberalismo, pero antes que él, su primera expresión, en la América en vías de ser conquistada y colonial, es propiamente la de la "idea fuerza" (evangelizar y convertir, en general; o hacer jústícia, como en Las Casas y muchos como él), que se destaca en un marco doctrinal más amplio. Más tarde, avanzada la Colonia y después de la Independencia, el cristianismo "decorativo" de algunos gober– nantes, y luego de los grupos políticos confesionales (conservadores), va a operar más bien ideológicamente, privando así al cristianismo de su impulso vital transformador y modelador de personas y grupos humanos. Por último, durante los años veinte y treinta del siglo xx, se incuban, en base a los principios fundamentales cristianos, ideales religiosos de transformación social primero, e ideales políticos de reformas globales, enseguida. Esto que va a traducirse en Chile (1964-1970) y Venezuela (1969-1974) en Gobiernos demócrata-cristianos, y, en general en Amé– rica Latina, en grupos políticos de inspiración cristiana, no confesio– nales. La relación simultánea o sucesiva entre estas diversas posiciones, definidas a partir de las ideas, ha sido más conflict ual que armónica o consensual, y esto en varias y diferentes expresiones. Así, si el libera– lismo y nacionalismo se unen a veces en una cierta exaltación de lo nacio– nal, tanto el marxismo como el socialcristianismo, aunque muy diversa– mente, tienden a "internacionalizar". El primero, en un sentido político de maxlma estructuración ("internacionalismo proletario") llega, en los Partidos Comunistas y Cuba, hasta sacrificar lo nacional en aras de la "solidaridad" ideológico-política administrada hasta ahora (en América Latina) desde Moscú. El segundo, en su expresión política socialcristiana, entiende lo nacional "puertas abiertas", si pudiera decirse, y cree poderlo afirmar también a través de lo internacional, ya sea en términos de una cierta "solidaridad orgánica" con ideas y posi– ciones políticas similares (unidad mínima, que no sacrifica lo nacional a lo internacional como en el marxismo político)58, ya sea en la exi– gencia de una integración político-económica en que el interés nacional se realice también en el interés común. De esta forma, se puede decir con mayor preCIsión que las nociones y principios más fundamentales de las diversas doctrinas o ideologías tienden sobre todo a delimitar en América Latina, como en otras partes, tres posiciones principales: liberalismo, marxismo y socialcristianismo. Todo el "credo" liberal está centrado en una cierta idea de la li– bertad. Como lo ha señalado P. Duelos, "su elemento más aparente es S8 En América Latina existe la Organización Demócrata Cristiana de América (OOCA), fundada en abril de 1947 en Montevideo. cr. La démocratie chrétíenne dans le monde.. liMDC, 1973, Roma, pp. 157-309.
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