Las relaciones entre los países de América Latina
LAS RELACIONES ENTRE LOS PAísES DE AMÉRICA LATINA actuado muchas veces en América Latina en función de la preservaClon del status quo, no lo es menos que han sido también a menudo instancias de "modernización" y que, más contemporáneamente, han estado reivindicando un problemático role de agentes transformadores de la realidad histórica. Finalmente, a nivel de los grupos propiamente tales, la participación de mayor relevancia en cuanto a la impulsión del cambio histórico en América Latina, y sin prejuzgar una vez más de la cualidad ética de sus motivaciones y de sus resultados, corresponde a partidos políticos y a grupos económicos. Los grupos políticos que en América Latina han impulsado la transformación de las estructuras se ubican al centro y a la izquierda del "tablero" político. Partidos de centro que fueron de izquierda en su origen, tales como los radicales, o aún la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) peruana; partidos de centro que nacieron como tales (las democracias cristianas), y partidos de izquierda de inspiración marxista, desde comunistas a cristiano-marxistas, todos, en uno u otro momento, si no en permanencia, han propiciado, promovido o implementado transformaciones importantes en el plano de la cultura. de la institucionalidad política, de las relaciones sociales o de la econo– mía. Desde las políticas de "laicización" impulsadas por los radicales en el siglo pasado, hasta la transformación de las bases mismas de la convivencia social que Castro y los comunistas han impuesto en Cuba a partir de 1959, la gama hil¡tórica de casos es amplia. Reformistas (en el sentido propio del término) unos, y "revolucionarios" los otros, sólo parcial y como accidentalmente se han sumado los esfuerzos. Tan opues– tos en el fondo son los modelos de sociedad en que se inspiran y tan diversos también los medios de que se sirven. Los grupos económicos, por último (particularmente importantes en Argentina, Brasil, Chile y :México, en un comienzo; luego en Colombia. Perú y Venezuela), ya sean industriales. financieros o comerciales, han impulsado en alguna forma el crecimiento económico en los más o menos subdesarrollados países latinoamericanos. Sin estos grupos moder– nizantes (diversos y a veces opuestos a los tradicionales grupos patro– nales agrarios) la industria brasileña, o aún la mexicana, no se habrían desarrollado al grado en que hoy se encuentran. La industrialización ha sido además un catalizador de cambios en otros campos (urbanización, cultura, relaciones sociales, servicios sociales, empleo), llevando al mismo tiempo a acrecentar la oferta global de bienes, aún 'si no. siempre con una consecuente mejor distribución 54 . Sea lo que fuere, el paso de la sociedad agraria y tradicional a una sociedad urbana y moderna, supo– ne de una u otra forma la industrialización, y valoriza por ahí la función de los grupos industriales, y más indirectamente la de tos grupos comer– ciales y financieros. b4 Entre Brasil y Argentina nay gran direrencia al respecto.
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