Las relaciones entre los países de América Latina
Fernando Moreno / LA TRA!'ISFORMACIÓN POLITICA DE AMÉRICA LATI!'IA a los cristianos a actuar decididamente en "lo temporal" para cumplir así con la "fidelidad social a su destino sobrenatural,,48. Por otra parte, Medellín será, en 1968, el gran acontecimiento eclesial y fuente de inspiración -no exenta de algunos elementos de ambigüedad 49 - para grupos diversos y a veces también opuestos 50 . En cualquier caso. la "palabra" que la Iglesia latinoamericana comunica por la Confe– rencia Episcopal de Medellín, apuntaba "hacia la búsqueda de una nueva y mas Intensa presencia de la Iglesia en la actual transformación de América Latina, a la luz del Condlio Vaticano ¡{'51. Es esta misma dinámica la que conduce, más de diez años después, a la Conferencia Episcopal de Puebla, en que la "palabra" del magisterio regional latinoamericano se ve reforzada por la intervención especial de Juan Pablo 1'1'2. Las universidades, por otro lado, se han convertido cada vez más en centros de formación social para el cambio, en que, a la enseñanza aca– démica magistral y de investigación, se ha agregado -no siempre para confirmarla o prolongarla...- el aprendizaje vital y espontáneo ("prá– xico" podría decirse, utilizando cierta jerga) del debate y acción estudiantil. Aquí, más que en ninguna otra parte, el slogan de "trans– formación de las estructuras" se ha visto a menudo transformado en una ideología del cambio POI' el cambio. La conjunción entre las ideo– logías dominantes marxo-hegeliano-freudianas, la excesiva politiza– ción 53 , la mayor conciencia histórica frente a la injusticia, y la gene– rosidad natural de la juventud, pareciera explicar por lo esencial esta tendenda. Por último, es indudable que las Fuerzas Armadas, si es cierto que han 48 Cf El cristiano frente al mundo moderno. Club de Lectores, 1949, Santiago, p. 37. CL en general, los tres volúmenes editados por el Pbro. P. de la Noi, con la obra de Mons. La– rraín (en, Edic. Paulinas, 1976, Stgo.). <9 Pensamos sobre todo aquí en el tema de la "violencia institucionalizada". CL Docu– mento Final de Medellín. 11, 16. 50 Independiente de lo que ha significado en' el crecimiento efectivo de la Iglesia latino– americana, ha habido una cierta instrumentalízación de Medellin por grupos cristianos de izquierda inspirados en el marxismo. Como lo decía V. Cosmao, contraparte europea de los "cristianos por el socialismo", "lo que de la Iglesia se espera no es tanto una enseñanza como una mentalización... de las conciencias... Podría hablarse, en cierto sentido, de instru– mentación de la Iglesia, de la fe, de Dios, al servicio de las necesarias revoluciones".·Cit. en, R. Vekemans, Teología de la liberación y cristianos por el socialismo. CEDlAL, i 976, Bogotá, p. 202. Cf. también nuestro libro, Cristianismo y marxismo en la teología de la liberación. Edil. Salesiana, 1977, Santiago, pp. 87·90 Y100-102, en especiaL 51 C·f. Documento Final de Medellín, Introd., 8. 52 Con lo que Puebla adquiere un nivel magisterial superior al de.Medellín. 53 Es corriente en América Latina ver a las Universidades convertidas en "campos de batalla en miniatura de la política nacional" (cit.. en. G. A. Almond y J. S. Coleman, The Politics oi /he Deueloping Areas, Princeton Univ. Pr., 1960, Princeton, p. 510). Las Univer- . sidades chilenas del período de Unidad Popular, las de Venezuela durante la guerrilla, o la Universidad argentina de Córdoba, son aquí ilustraciones pertinentes. 35
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