Las relaciones entre los países de América Latina

LAS RELACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA siones violentas de crueles tiranos condenadas no sólo por la ley de Dios, pero por todas las leyes humanas,,33. En la misma ocasión, Las Casas pidió que se anularan las conquistas de los españoles en América y que se restituyeran los territorios ocupados a sus señores naturales, los anteriores "soberanos autóctonos". Casi tres siglos más tarde, el mestizo peruano Túpac Amaru, se arroga la descendencia de los incas para emprender la defensa de los derechos del indio, provocando la más seria de las insurecciones índigenas del período colonial, en 1780 y 1781. La protesta y la reIVindicación de Túpac Amaru tuvieron como centro el mejoramiento de las condiciones de trabajo del indio y de la administracilm de justicia en general; de ahí que haya podido ser llamado, no sin exageración, precursor de la justicia social en América 34 . En realidad, la protesta de Túpac Amaru se sitúa después de la de Las Casas y la prolonga políticamente en forma, si pudiera decirse, embrio– naria con relación, más de un siglo después, a la Revolución mexicana iniciada en 1910. En efecto, ésta es hecha rundamentalmente por mestizos en nombre de los derechos y valores índigenas, en un acto de rechazo cultural y político de los valores "occidentales" , y como reacción inmediata a la dictadura que por 34 años había impuesto Porfirio Díaz al país. A pesar de los elementos ideológicos o puramente nominales, -cuando no opuestos a lo que constituyó la justificación misma de la revolución- que se debe reconocer en la evolución de la revolución mexi– cana (y que están lejos de estar ausentes de su historia contemporánea...), nQ es dudoso que esta experiencia constituye la primera afirmación y valorizacion nacional en Latinoamérica del aporte indio (el hecho de ser el Museo Antropológico de Ciudad de México el ,más costoso del mundo, es un indicador en este sentido). Independientemente de su cualificación moral, tanto la protesta de Las Casas, como la de Túpac Amaru y la de la Revolución mexicana, con– tienen virtualmente, podría decirse, en su referencia al indio, a la masa de marginados, y al pueblo mismo, tomando esta expresión en sentido restrictivo. Es en esta ampliación donde encajan las dos subvertientes aludidas más arriba, como derivaciones de esta línea histórica mayor. La primera, que hemos caracterizado con la Revolución boliviana de 1952 y con la experiencia militar peruana, tiene su criterio fundamental de determinación en la pretensión de defender al pueblo marginado. Es esto lo que nos parece definir intencionalmente ambos casos. La Re– volución boliviana es catalizada por el Movimiento Nacional Revolucio– nario (M.N.R.) de Víctor Paz Estensoro y es nevada a cabo en alianza con 33 Cit. en, A. Konetzke, op. cit., p. 33. 3·Cf. Daniel Valcárcel "Túpac Amaru, precursor de la justicia social en América y de la independencia política del Perú", En, El movimiento emancipador de Hispanoamé– rica. Academia Nacional de Historia (sin fecha de edición). Caracas.

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