Las relaciones entre los países de América Latina
Walter Sánchez G. / POLITICA EXTERIOR DE AMÉRICA LATINA: AGENDA DE INVESTIGACIÓN La paradoja se convierte en cruda realidad cuando se percibe que en ninguno de los dos casos existe un desvelo de parte de los dirigentes polí– ticos de América del norte o del sur, por resolver este problema. En los hechos quizás la "relación especial" llegó a su fin y se agotó en buena medida, sólo se mantiene formalmente en el caso brasileño por medio de un sistema de consultas permanentes. Otra paradoja que aparece a menudo en la política latinoamericana, es que a veces en vez de conciliarse las metas del máximo desarrollo eco– nómico con la de una mínima seguridad nacional indispensable, los avances económicos son aleatorios en los hechos. Si bien son impre– sionantes las cifras sobre progreso económico, éstas no anulan los efectos sociales de estos logros, salvo el caso de algunos países. También la paradoja reaparece cuando a veces se aumenta al máximo las medidas para garantizar la seguridad o cohesión nacional y se llega a resultados políticos y económicos más o menos esperados o muy diversos dadas las condiciones sociopolíticas de cada país tan especiales, en las cuales se maneja su economía y su política. 1.as fricciones que se producen en la búsqueda de metas simultáneas, quedan de manifiesto cuando se observa en algunos modelos de desarrollo un divorcio entre la ferviente liberación de las políticas económicas domésticas e internacionales y la apatía democrática frente a la nece– sidad de proyectar estos cambios en la esfera de la generación y traspaso de autoridades en un país. Estas paradojas ilustran lo que se ha denominado como la "crisis de la élíte", si es que ha existido una élite homogénea en cada país, la cual se resuelve en favor de los nuevos aliados políticos que en general coinciden con sectores moderados cívicos-militares y técnicos, los cuales asumen de facto el control de las funciones del estado, a veces con apoyo transna– cional y en otras oportunidades desafiando a estas presiones. Esta "crisis de élites" es una clara invitación para buscar nuevos modelos de desarrollo capaces de superar las debilidades legadas por los experi– mentos populistas, de izquierda o derecha, cívicos o militares. En el cono sur este fenómeno se ha internacionalizado y por .ende su repercusión en las políticas exteriores de la subrregión ha sido fácil de percibir en América Central esta crisis ya estalló. La tensión política interna se ha proyectado en las relaciones mul– tilaterales y bilaterales así como es innegable que éstas también han in– fluido en algunos casos para la creación de coyunturas más propicias a la unidad nacional, por sobre los divisionismos partidistas. Ideología y política exterior No quisiéramos caer en la vulgar opmlOn que sostiene una correlación unívoca entre ideología y política exterior, en particular entre demo-
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