Las relaciones entre los países de América Latina

Raymundo Barros Charlín / INTEGRACIÓN y COOPERACIÓN EN AMÉRICA LATINA el desarrollo de la infraestructura física. Tal es así, que los países del Grupo Andino, sin apartarse en lo más mínimo de los principios yobjeti– vos del Acuerdo de Cartagena participan del Pacto Amazónico una vez superados los recelos iniciales. En síntesis: en la medida que surjan nuevos mecanismos de coope– ración en materias no armonizadas en los esquemas de integración, nos hallaremos en presencia de esfuerzos útiles y coadyuvantes, parti– cularmente si se refieren al mejoramiento de la infraestructura física. En la medida que se suscriban convenios económicos con franquicias arancelarias o de otra naturaleza al margen de los esquemas de integra– ción se deben adoptar todas las normas preventivas-destinadas a preservar la esencia multilateral de dichos procesos que constituye su caracterís– tica más relevante. Modalidades de participación empresarial En general en los procesos de integración de América Latina ha sido sólo la participación de los distintos gobiernos comprometidos el elemento determinante para concebir instrumentos y dar cumplimiento a los compromisos adquiridos. En los diferentes esquemas, la participación del sector empresarial se ha limitado al aprovechamiento de las conce– siones obtenidas y a proponer algunas tímidas modalidades de comple– mentación (Reuniones Sectoriales para proponer Acuerdos de Com– plementación en el marco de ALALC). Por otra parte, los procesos no han sido capaces de generar una "masa crítica" de intereses que haga que los empresarios tengan una partici pación activa y presionen por dotar a los esquemas de normas que los afíanzen jurídicamente y los perfeccionen. La actitud del empresario chileno a raíz del retiro de Chile del Pacto .\ndino es una muestra de la indiferencia cón que se observan estos quehaceres. Desconocemos sugerencias concretas emanadas de organismos empresariales del área destinada a crear instrumentos, a coordinar políticas o a promover mecanismos de incentivos regionales para el mejor aprovechamiento de las concesiones negociadas o para idear nuevas fórmulas de cooperación. Básicamente, algunos empresarios se han preocupado de Í'ncluir o excluir, según sus intereses, productos de las denominadas Listas Nacionales, o de sugerirle a los gobiernos la concer– tación, por sectores industriales específicos, de determinados Acuerdos de Complementación. En este último aspecto, los empresarios argenti– nos, brasileños y mexicanos han sido los más agresivos. A nivel nacional, por lo demás, los gobiernos no han estructurado me– canismos permanentes para incorporar al sector empresarial a los procesos de integración. Salvo el caso del Comité Asesor Económico y Social del Grupo Andino, las fuerzas laborales permanecen completa– mente desprovistas de toda vinculación orgánica y sistemática en relación a la integración del área. 211

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