Las relaciones entre los países de América Latina
Raymundo Barros Charlín / INTEGRACIÓN y COOPERACIÓN EN AMÉRICA LATINA aumentar el capital del Banco Mundial y el del Banco Interamericano para el Desarrollo; a terminar, paulatinamente, con el programa de ayuda bilateral hacia los países de ingresos medios, concentrando los esfuerzos en los estados más pobres; a iniciar consultas respecto a estra– tegias y posiciones conjuntas en las Negociaciones Multilaterales de Comercio de Ginebra; a presentar instrumentos alternativos que re– suelvan disputas por nacionalización; a adoptar posiciones de liderazgo en la fortificación del Comité de Desarrollo del Fondo Monetario Inter– nacional y Banco Mundial para. movilizar recursos para destinarlos a prioridades convenidas de desarrollo; a crear y proveer fondos para un nuevo Consejo sobre Relaciones Culturales recíprocas. Son tres los principios que parecen inspirar esta nueva política esta– dounidense: el respeto a la soberanía de cada nación latinoamericana; la consideración detenida de las particularidades de cada país de la región; el no otorgamiento de ayuda económica bilateral o de asistencia a través de organizaciones multilaterales a los regimenes que sistemá– tica y claramente violen derechos humanos rundamentales 2 • Las relaciones interamericanas se desarrollarán entonces, bajo el signo del "bilateralismo", aun cuando "conjuntamente con orga– nizaciones regionales iberoamericanas, Estados Unidos debería ayudar a establecer en América Latina instituciones multinacionales de ciencia e investigación dedicadas a desarrollar tecnologías y promover asis– tencia técnica y cooperación científica horizontal entre los países de la región". En discurso ante la OEA Carter se pronunció, genéricamente, en favor de los esfuerzos latinoamericanos para lograr una integración regional o subrregional (1977). No se sabe ni el contenido, ni el alcan– ce de dicho "apoyo". El propósito estadounidense de no enhebrar una "relación especial" con América Latina, no le impide, ciertamente, otorgarle a Brasil un "status" especial. Por 'lo demás, debemos tener presente .algunos hechos anteriores en las relaciones comerciales con Estados Unidos. Hacia 1955, los Estados Unidos compraba a América Latina un tercio de sus importaciones totales y al resto de los países en desarrollo (de Asia, Arrica, Medio Oriente) poco más de una séptima parte; en 1975 sólo procedía de América Latina menos de una quinta parte (19%) y de las otras regiones en desarrollo casi una cuarta parte (220/0) de sus importaciones. Conocidas son, asi– mismo, las dificultades de acceso que afectan a las exportaciones lati- 2 En un trabajo de Rafael Vargas Hidalgo sobre "EStados Unidos y América Latina bajo la presidencia de Caner" publicado en la Revista Estudios Internacionales de la Uni– versidad de Chile, enero-marzo 1978, N° 41, pp. 83 Ysiguientes, se publica íntegrl? el In– forme Linowitz. Deben verse, principalmente, los puntos, 13, 14, 17,19,22,24, de dicho Informe. . 18 9
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