Las relaciones entre los países de América Latina
G. Echeverría, M. T. Infante y W Sánchez I CHILE y BOUVIA: CONFLICTO y NEGOCIACiÓN ... política portuaria por parte de Bolivia no han favorecido y no lo 'haran en el futuro sus intereses si no se demuestra continuidad en las líneas matrires y en los compromisos contraídos 3s . Por otra parte, podría sostenerse que la búsqueda de un gobierno constitucional en Bolivia, idea que reviene ya con el Presidente Banzer y que incorpora como programa de gobierno el General Padilla, constituye un intento de crear un contexto político interno coherente que llene una carencia interna y resuelva la situación de la política económica de manera de fortalecer las bases mínimas para su política exterior. Puede igualmente observarse la posibilidad para Bolivia de dar prio– ridad a la práctica de la política de equilibrio entre sus dos poderosos vecinos, Brasil y Argentina, que de proseguir significaría darle énfasis al desarrollo económico y reemplazar así la apertura hacia el Pacífico que ese gobierno presenta como frustrada. Sin embargo, la cuestión de la vinculación natural de Arica con la cuenca amazónica planteará a me– diano plazo nuevas variables en que el interés de Bolivia y de Brasil harán dirigir su diplomacia hacia Chile. La vinculación con el Pacífico presen– taría un nuevo desafío a la política exterior boliviana dentro de ese marco de análisis. El examen de los principales hechos ocurridos en 1978 demuestran que la política que implementó el gobierno boliviano no alcanzó en lo inmediato el éxito anunciado. No logró que los organismos interna– cionales y regionales adoptaran medidas concretas en favor de sus pre– tensiones, como tampoco consiguió que los países que "apoyan" sus aspiraciones fueran más allá de meras declaraciones. En 1979 se produje– ron hechos en este sentido y que se comentan en el epílogo. Donde la diplomacia boliviana ha alcanzado éxito ha sido en dar pu– blicidad a sus reclamaciones de tal manera que, hoy día sus plantea– mientos, a veces retóricos en forma y fondo, han llegado a conocimiento de gobiernos y organizaciones internacionales. Cabe señalar a este respecto que para el gobierno chileno, Bolivia ha errado el camino porque jamás aceptará presiones para· resolver las cuestiones que en enclaus– tramiento suscite, existiendo de por medio un tratado suscrito libremente por ambos países, que salvaguarda los legítimos derechos de Chile y que solidifica la posición que tradicionalmente ha adoptado. Las relaciones chileno-argentinas durante el período En la relación que se puede establecer entre Bolivia, Chile y Argentina se puede señalar que el paulatino estancamien.to hasta la ruptura 38 En 1943, Bolivia aseguraba al Secretario de estado de Estados Unidos Cordel! Hull que el dominio territorial de Chile no era desconocido por ese país, fiel a su tradición de res– peto a los tratados y que propiciaba el entendimiento directo. Ostria Gutiérrez, Alberto. 01'. cit., p. 69.
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