Las relaciones entre los países de América Latina

LAS RELACIONES ENTRE LOS P";ISES DE AMÉRICA LATINA de la línea dura hacia Chile. Estas regresiones se han producido en espe– cial después de la frustración de las negociaciones, a un siglo del co– mienzo de la Guerra del Pacífico y parecen constituir una de las bases de la nueva política exterior del gobierno del Presidente Padilla. Sin embargo, ésta no logra desprenderse del todo de las características de inestabilidad tal' como lo han revelado las negociaciones de estos últimos años. En general, después del aislamiento que rodeara a Bolivia a raíz de la guerra del Chaco, no se han planteado con claridad las líneas de una política portuaria. La elección de Perú como país de entendimiento pareciera ser favorecida por aquellos que sostienen las tesis reivindica– cionístas 34 , que se alzan en períodos de alta perturbación interna en ese país. El ofrecimiento de dos zonas francas para Bolivia en los puertos peruanos de Matarani e 110 (marzo 1979) ha coincidido simbólicamente con el centenario del comienzo de la Guerra del Pacifico 3s . Aunque estas concesiones se insertan dentro del régimen de libre tránsito recí– procoque existe entre ambos países, la tendencia: de parte de la opinión pública es mostrar de que esto forma parte de un entendimiento más estrecho. Bolivia no ha logrado probar mediante sus acciones y peticiones al exterior, cuál es la dependencia que existe en tre su nivel de desarrollo interno, sus aspiraciones en la materia y las ne<;esidades portuarias y/o de tránsito. Las cifras demuestran que Bolivia no utiliza todas las faci– lidades que el régimen jurídico de tránsito y económico con Chile le otor– ga 36 . De hecho, ese país no utiliza en Chile sino los puertos de Arica y Antofagasta cuya capacidad excede considerablemente el aprovecha– miento por parte de Bolivia 37 . Igual estado presenta el transporte ferro– viario que vincula Arica con Charaña y Antofagasta con Ollagüe, el que unido a las otras redes ferroviarias que vinculan a Bolivia con puertos de diferentes países, da como resultado una capacidad mayor que las necesidades de ese país. Es indudable que los cambios sustanciales de los argumentos de la 34 Ostria Gutiérrez, Alberto. Op. cit.• pp. 50-51, :\i¡ Cable AfP, 24-111-1979. El Mercurio. 25-m-1979. El Canciller peruano. Carlos Garda Sedoya ha reiterado que estas concesiones constituyen una demostración del apoyo peruano a las aspiraciones bolivianas de salir al mar. Declaración a agencia de noticias TELAMde Argentina, Cable UPI. El Mercurio 13-vI-1979, p. A6. 36 A modo de eje1Ilplo, si en 1977 la capacidad de movilización de mercaderías en el Puerto de Arica era de 1 millón de toneladas, Bolivia no llegaba al 15". de aprovechamiento de ésa. En el caso de Antofagasta, su capacidad para el mismo año era de 1 millón 500 mil toneladas al año y Bolivia utilizaba sólo un 20% de esa capacidad. Fuente: Facilidades de Libre Tránsito que Chile otorga a Bolivia. República de Chile, Ministerio de Relaciones Exterio– res, pp. 25-27. 37 Según cálculos, Bolivia !COntaría con una capacidad de transporte ferroviario para 15,120.000 toneladas. Sólo ocupa 900,000 al año Facilidades de Libre Tránsito que Chile otorga a Bolivia. Op. cit., pp. 24.25. ']0

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